Concepción del Uruguay: presentan la primera denuncia por secuestro y torturas durante la dictadura

La presentación de César Román ante la Justicia Federal es la primera en revelar, con fechas, datos y nombres, atroces hechos acontecidos en Concepción del Uruguay. La nulidad de Obediencia Debida y Punto Final habilitó la posibilidad de nuevas denuncias, que al tratar sobre hechos que son «de lesa humanidad» no prescriben. El denunciante, que accionó por «privación ilegítima de la libertad, apremios ilegales y torturas», es asesorado por la abogada María Isabel Cacciopoli.
“La yegua” Román, tal es el apodo con el que se lo conoce, concluía en 1976 el último año de la secundaria de la Escuela Normal Mariano Moreno y era un activo militante del Centro de Estudiantes.
Pero el 16 de julio de 1976 fue detenido y trasladado a dependencias de la Policía Federal, ubicada en la esquina de calles San Martín y Artigas (en pleno centro de la ciudad histórica, apenas a una cuadra de la Plaza central). Allí se encontró con compañeros de quinto año de la Escuela Normal, entre ellos Juan Carlos Changui Rodríguez, concejal hasta el 2003 y uno de los hombres más cercanos al actual diputado nacional José Eduardo Lauritto. Todos ellos eran menores de edad.
Román describe detalladamente en su denuncia las golpizas y tormentos a las que fueron sometidos, y en especial refiere la forma en la que fue picaneado en su presencia Carlos Martínez Paiva, así como otros detenidos que también compartieron esos días de terror en la Federal.
Por esos mismos días habían sido secuestrados otros jóvenes como Roque Minatta, militante de la Juventud Peronista, y hoy titular de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia, y a quien Román propone como testigos de los hechos que denuncia.
Una semana después de su secuestro, hubo una «reunión» presidida por el Teniente Coronel Schimert, entonces a cargo del Batallón de Ingenieros de Combate 121 con asiento en la ciudad; el prefecto Genuario de Prefectura local; el comisario Vera y subcomisario Cevallos y otros uniformados de la Policía Federal en su delegación local. Posteriormente, uno a uno fueron liberando a los detenidos ilegalmente.
El denunciante proporciona los nombres o apellidos del personal que participó en su secuestro ilegal, y en algunos casos incluso los apodos con los que eran conocidos, como el caso de un oficial al que se lo llamaba «El Moscardón Verde».

Vive en Mar del Plata

Román integró la Federación Juvenil Comunista, y desde hace años reside en Mar del Plata. En su actividad académica es autor de investigaciones en el área de Historia Social. Algunos de sus trabajos son «Los cambios en la protesta: los trabajadores de las estancias y saladeros. El caso del oriente entrerriano (1850-1862)» y «Cuando Mar del Plata era campo: historia de la estancia Laguna de los Padres; una aproximación desde la nueva historia social, 1820 – 1950».

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