Para hoy, la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú espera la visita de funcionarios del Banco Mundial, lo que también demandará la atención de los ambientalistas que se oponen a la instalación de las papeleras en Uruguay. La diversidad de actividades, pero fundamentalmente la demanda de voluntarios para custodiar los camiones, desalienta la realización inminente de interrupciones vehiculares en los pasos fronterizos.
Ocurre que la voluntad de los ambientalistas es mantener la retención de los camiones hasta que el juez federal Bernardo Aranguren resuelva la demanda contra la instalación de Botnia y Ence por la tentativa de contaminación. La resolución judicial podría demorarse hasta dos semanas, y en ese lapso los vehículos seguirán siendo retenidos. «Vamos a esperar a que se expida el juez, quien a la vez está aguardando la resolución de la comisión binacional y los datos técnicos de la Cancillería argentina para asesorarse técnicamente. Mientras tanto, los camiones no van a pasar porque no queremos avalar un ilícito como es la contaminación en grado de tentativa», afirmó Gahan.
Activistas de Greenpeace brindarán la capacitación necesaria para prolongar la protesta. «Estamos por ir a Colón para dar una serie de charlas», confirmó la coordinadora de la campaña contra la contaminación, Paula Brufman.
Causa abierta
Los ambientalistas le pidieron a la justicia federal que «por intermedio de las fuerzas de seguridad que corresponda se disponga judicialmente impedir el proceso de consumación de los hechos penales denunciados como tentativa de contaminación». Según consideraron los abogados de las entidades ecologistas, «tales hechos delictivos se están produciendo en la región con el traslado, a través del territorio argentino, de material para la construcción de las plantas de celulosa».
Según las estimaciones de los integrantes de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú podrían ser hasta dos centenares de camiones los que se destinen al transporte de material desde Chile hacia Fray Bentos para la papelera finlandesa. «Sabemos que están viniendo hacia Colón varios vehículos más. Ya hay dos que están frenados por propia voluntad en la intersección de las rutas 14 y 135 y otros cuatro más que están estacionados en un peaje también de la ruta 14, en donde los camioneros instalaron una carpa para esperar», dijo Gahan.
«Contamos con buena información y además son evidentes los camiones que van para Botnia porque llevan estructuras metálicas muy grandes y para ensamblar», dijo el dirigente ambientalista consultado sobre cómo identifican a los rodados que se dirigen a la planta de celulosa.
El primer camión fue detenido el jueves último por activistas de Greenpeace. Este y otros cuatro permanecen inmovilizados con un cepo mecánico.
