Este mismo problema que DIARIO JUNIO constató en la tarde de hoy viernes, motivó que el año pasado desde la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande se confirmara que las aguas del embalse no están en optimas condiciones, ni para la recreación ni el consumo.
Ahora nuevamente el lago de Salto Grande presenta un inusitado aumento de la población de algas, lo que constituye un riesgo para la salud de los bañistas.
Cuando la última temporada estival arrancó solo con las playas de río, una fuente de la SubPrefectura de Salto Grande, explicaba a este medio que este fenómeno es conocido como “efecto lago”, el cual es habitual en la temporada estival, cuando se acumulan las altas temperaturas, la falta de lluvias y la bajante del lago.
Estas condiciones favorecen la proliferación de las algas, las cuales, ante la falta de oxigenación del agua y llevan a la propia descomposición vegetal.
En el embalse de la represa, las algas crecen ayudadas por la gran cantidad de arbustos y árboles que quedaron tapados por el embalse. Ya que cuando se construyo la represa no se procedió a una optima limpieza de las 70 mil hectáreas que quedarían cubiertas por el embalse.
