Kerz anticipó que no prevé hacer cambios en el sistema educativo

Kerz habló durante más de una hora ante los integrantes de la Comisión, todo el tiempo de pie. Comenzó leyendo certificados laborales traídos de Suecia, con los típicos sellos de legalización de organismos oficiales, que avalan su desempeño en proyectos de investigación en Sociología del Derecho y Sociología Laboral.
“Siempre he sido peronista”, dijo a manera de presentación, aunque aclaró que no adhiere ciegamente el proyecto de Néstor Kirchner. Relató que estuvo preso en la década del 70, posteriormente se trasladó a Brasil y más tarde a Suecia, donde vivió 14 años. Aclaró que no fue funcionario gubernamental hasta que recibió el llamado del gobernador Jorge Busti para hacerse cargo de las políticas sociales.
Se definió “muy crítico” de las políticas de los 90 y en esa línea cuestionó aspectos de la Ley Federal de Educación, aunque luego indicó que la norma tiene “muy buen diseño y muchas potencialidades”, pero fue implementada de manera desordenada, con poca preparación docente, sin acompañamiento de la sociedad y generando confusión en las familias.
Ante una pregunta puntual de la Comisión acerca de la posibilidad de imitar los cambios encarados por la Provincia de Buenos Aires y retornar al antiguo sistema de primaria y secundaria, respondió: “No haría cambios al sistema en los dos años que tengo para trabajar, porque sería crear mayor confusión aún. No recomendaría grandes modificaciones en tan corto plazo”.
Entre las prioridades de lo que será su gestión, enumeró la “preparación integral de los docentes”, la eficiencia administrativa del CGE, la inversión en infraestructura y la recomposición salarial de los maestros. “El salario docente creo que es bajo. Es difícil que haya docentes comprometidos cuando tienen que hacer dedo en la ruta para ir a trabajar”, sostuvo.
Además prometió soluciones “ad hoc” para problemas puntuales, como los de la pérdida de matrícula de las escuelas rurales, y adelantó la posibilidad de rediseñar la relación alumno-maestro, promoviendo que el chico tenga el mismo docente durante los tres años del primer ciclo de la Educación General Básica (EGB).
En cambio, dijo que las escuelas privadas no serán una prioridad, sino que será “mayor el esfuerzo en todo lo que tenga que ver con lo público”.

“No soy maestro”

Aunque no está permitido reglamentariamente, la secretaria general de la Asociación del Magisterio (Agmer), Marta Madoz, se puso de pie y desde el sector reservado al público remarcó la “impugnación de la legalidad” hecha por el gremio contra la designación de Kerz. La ilegalidad estaría en que el postulante no cuenta con antecedentes de desempeño en la órbita del CGE y tampoco con título de profesor, maestro normal o maestro normal rural, tal las exigencias de la Ley Nº 9.330.
“Desgraciadamente no soy maestro. Es una pregunta muy legítima la que se hacen los gremios (Agmer, AMET y UDA), pero son ustedes los que deben resolver”, dijo dirigiéndose a los senadores. No obstante, indicó que su título de sociólogo obtenido en Suecia lo hace competente para el cargo: “Me pasé de rosca estudiando”, dijo.
Sin embargo, reconoció que no conoce el sistema educativo “en su minuciosidad. “¿Tiene o no tiene título docente?”, le pregunto el senador Julio Majul (Concertación). “No, no tengo”, respondió.
La secretaria general de Agmer cuestionó el nombramiento de Kerz y su exposición en la audiencia: “Hemos escuchado la descripción de la escuela suiza, cuando tenemos que conducir la escuela entrerriana. No hemos escuchado un presidente que reconozca la desigualdad de oportunidades que tienen nuestros alumnos; escuelas que no tienen comedor, agua, infraestructura”.
Sobre el contenido de la impugnación se preguntó: “Si uno no tiene el marco de la legalidad, ¿puede aplicársela con ética a otro docente?”.

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