Aseguran que el Banco Mundial aprobó la construcción de las papeleras

Botnia pidió a la Corporación Financiera de Inversiones (CFI) del Grupo Banco Mundial un préstamo directo por U$S 100 millones y otro sindicado por una cifra idéntica, mientras que Ence pidió uno directo por U$S 50 millones y otro sindicado por U$S 150 millones.
Las máximas autoridades de Ence tienen la firme intención de abrir su capital a interesados uruguayos en invertir y a consolidar un perfil nacional de la compañía.
En 2008, cuando comience a operar la planta de celulosa, «tendremos más valor de activos en Uruguay que en España por lo que seremos más una empresa uruguaya que española», dijo el consejero delegado del grupo, Juan Villena.
«Queremos que cuando los uruguayos piensen en Ence no piensen en un inversor extranjero que viene sino en una empresa nacional comprometida con el Uruguay», agregó.
Ya se han reunido con el presidente de la Bolsa, Ángel Urraburu, para buscar el mecanismo que permita la participación de capitales uruguayos. «El objetivo no es que participen en los proyectos que se hagan acá sino en Ence mismo», aclaró Pedro Blanquer, director de la división celulosa del grupo.
Este año el grupo amplió en U$S 200 millones su capital con el objetivo de destinar los fondos a inversiones en Uruguay y España.
Ence hasta el momento lleva invertidos U$S 200 millones y con la planta de celulosa prevé desembolsar U$S 600 millones de los cuales el 50% constituirá una inversión directa en Uruguay, según Villena.
Al respecto de la polémica que se ha generado en torno a la construcción de las plantas Villena destacó que el gobierno «siga la tradición construyendo sobre lo que está y no destruyendo» y dijo que se «lamenta» de las expresiones en contra a los emprendimientos.

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