PIROTECNIA: El estruendo causa lesiones que muchas veces no se detectan inmediatamente

“Desde hace muchos años, las fiestas de fin de año han sido objeto de ruidos, luces y alegría, lo cual muchas veces se empaña ante la presencia de accidentes con elementos de pirotecnia. Por esta época, en las guardias de los hospitales aumenta la incidencia de pacientes que concurren por quemaduras en piel o lesiones oculares (el típico corcho de champagne en el ojo), o la estrellita que lesiona la cornea de un niño. También concurren otros pacientes con sensación de oído tapado, confusión y hasta, inclusive, pueden llegar con los oídos sangrando. Presentan lo que los médicos denominamos trauma acústico agudo y es ocasionado frecuentemente por la exposición al ruido provocado por la deflagración de pirotecnia. Generalmente, poco se dice sobre el trauma que la pirotecnia puede ocasionar en la audición y la mayoría de la gente lo desconoce”, asegura el Dr. Gustavo Testorelli, médico otorrinolaringólogo de la Mutualidad Argentina de Hipoacúsicos, con sede en Buenos Aires.

EXPLOSIONES

El profesional refiere que es frecuente que los pacientes recuerden el comienzo de su sordera y lo asocien con el estallido de un petardo en las fiestas de un fin de año. Esto no es de extrañar si se considera que la explosión de una bomba doble mecha provoca un ruido estridente de 140 decibeles (dB) y un mortero, de 145 dB, mientras que una bomba de estruendo más de 150 dB. Estos valores pueden superar a los registrados en disparos de armas de fuego. “La hipoacusia neurosensorial causada por el trauma acústico agudo puede ser moderada a profunda llegando a la pérdida total del oído (cofosis), según la frecuencia e intensidad del sonido, el tiempo de exposición y la sensibilidad personal”, advierten desde la entidad.
En este sentido, entienden que toda deflagración que produzca un sonido de una intensidad mayor a 90 dB puede ser sumamente perjudicial para la audición. Se recomienda, por tanto, durante estas fiestas evitar el uso de elementos de pirotecnia y, de no poder hacerlo, mantenerse alejados del lugar de la explosión. “Utilicemos pirotecnia de baja intensidad sonora en lugares abiertos y, ante cualquier lesión, consultemos al médico especialista. Festejemos pero seamos conscientes y actuemos con responsabilidad. Recordemos que el nivel de daño resultante puede terminar con la pérdida total de la audición, y que las lesiones por trauma acústico, sean graves o no, son irreversibles”, concluye el informe.

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