Ninguno de los testigos vive en Concordia. Por lo tanto, al menos, esperaban en la Sala Penal la presencia de Escales, que debería llegar durante la mañana procedente de Paraná. En cambio, se desconoce si algunos de los restantes testigos se presentará en la audiencia. Carluccio Sarriza es uruguayo; mientras que Carabbio y Matzkin se domicilian en la Capital Federal.
El testimonio del perito es lo más importante de la jornada. Hay que recordar que Escales realizó una pericia que fue concluyente, al igual que la expuesta ayer por César Ghilardini, en cuanto a lo injustificado de la evolución patrimonial de Yedro. Escales determinó que el dinero que pudieron ahorrar tanto Yedro como su ex-esposa, Silvia Torres, entre 1987 y 1999 –momento en que el ex-senador dejó de ejercer cargos públicos- no podría superar los $ 100.000. En cambio, su patrimonio superaba en ese entonces el $ 1.000.000, aún sin contar la estancia “San José” de 2.000 has.
Carabbio es socio de Daniel Loggio, quien compartió su estudio jurídico con Yedro, en los juicios que estos radicaban en la jurisdicción capitalina. El tribunal lo requiere para que explique cual fue su intervención en algunos de los casos que comentó en la anuencia de ayer Loggio.
En cuanto a Matzkin, aparentemente entabló diversos emprendimientos comerciales con el imputado. Incluso, una versión indica que un campo propiedad de Matzkin ubicado en Corrientes habría sido utilizado por Yedro para esconder cabezas de ganado que pastaban en la estancia de Rosario del Tala que administraba mediante “Del Rubio y Hunmendi”.
Esta mañana, los últimos en abandonar la sala de audiencias vacía fueron Yedro y su abogado defensor, Jorge Romero. En cambio, Silvia Torres no asiste al proceso desde el lunes pasado, cuando en la primera jornada de audiencias pidió permiso para ausentarse. Según explicaron en la Sala, es un derecho al que pueden acceder los imputados siempre y cuando su abogado defensor se comprometa a hacer comparacer a su defendido cuando el Tribunal lo requiera. En este caso, aseguran que de no hacerse presente, se preveen sanciones para los letrados.
Romero, quien también es el defensor de Torres, se comprometió ante los jueces que la imputada estará presente durante la lectura de la sentencia.
