«Con la presentación de Yedro no se justifica su crecimiento patrimonial», dijo el perito

El razonamiento del perito es que existen más egresos que ingresos en la declaración de Yedro. Por eso manifestó, “alguna fuente de financiamiento tiene que haber tenido, de algún lado tiene que haber entrado. Al arribar a resultados que acá aparecen en rojo al final del año, o al final de la sumatoria de todos los años, lo que digo es que con esta presentación lo que me muestra es que salió más dinero del que entró, que de algún lado tiene que haber entrado”.
Ghilardini optó por hacer unas modificaciones a la presentación de Yedro porque “había cosas que estaban duplicadas. Al haber cosas repetidas, en su mayoría ingresos, hice una depuración, quedaron figurando una sola vez en la suma algebraica”. Con ese método, Ghilardini arribó a una conclusión: “con la presentación de Yedro, no se justifica su crecimiento patrimonial. No hay relación con los ingresos que posee”.
El fiscal Larrarte le preguntó cual era el resultado de las pericias acerca de los ingresos del ex-senador: ¿Del año 95 al 99 usted atribuye…?, preguntó. “$ 96.000”, respondió Ghilardini. “La suma de los desfasajes de los períodos arroja un importe de $ 1.102.000”, dijo el fiscal, leyendo la declaración instructoria que ratificó el perito ante el tribunal.
La jueza Rojas le preguntó como figuraban en el balance los créditos que había tomado Yedro, con su nombre, o mediante “Del Rubio y Hunmendi”. “La utilización del crédito figura como un ingreso de fondos que le va a estar justificando los demás egresos que el señor Yedro produjo”, respondió.
En el balance final, los créditos sirven para neutralizar las cuentas. El ejemplo lo aportó Ghilardini: “si compró un bien inmueble con un crédito vamos a tener el ingreso de esos fondos con la toma del crédito y el egreso de los fondos con el pago del bien, se neutraliza. Me está justificando la adquisición del bien con el crédito”. Más adelante, reiteró que su conclusión es que egresaron más fondos que los que se disponían sin que exista “alguna forma de decir de donde salieron esos fondos”.

Rentabilidad asombrosa

El fiscal, Carlos Larrarte, le preguntó sobre la existencia de un monto de $ 628.000 de supuestas ventas en el balance del campo de Rosario del Tala correspondientes a 1998, y de $ 380.000 más durante 1999. “A mí lo que me llama la atención es que en dos años, la sociedad ganadera pague la totalidad del campo con una rentabilidad bastante elevada”.
Larrarte consignó que el campo, no obstante, estaba “en un estado de abandono importante” al momento de la adquisición. “Para hacerlo entrar en producción al campo que estaba en esas condiciones, me parece que, lógicamente, hay que esperar un tiempo para que empiece a producir resultados económicos”, señaló.
“¿Cómo puede ser que un campo comprado en enero del 98, durante ese año produzca ingresos por ventas por $ 600.000?” se preguntó, dejando aclarado que en el balance figura la venta de dos camiones por $ 200.000. “Por lo pronto ya hubo un ingreso de venta de productos del campo por $ 400.000, y eso me llama la atención”, dijo.
El perito aseguró que se basaba en la documentación aportada por el contador. Juan Orabona –quien declaró el lunes- era el contador de “Del Rubio”. “Hay que ver si esa documentación realmente es real o ficticia. Hay profesionales especialistas…”, alcanzó a decir hasta que Jorge Romero, defensor de Yedro, objetó su comentario. “¿Usted conoce si hay profesionales que se dedican a hacer balances que permitan justificar ingresos?” le preguntó Larrarte al perito. “Ha habido casos”, respondió.

Una estancia ¿subvaluada?

Respecto de la valuación de la estancia en Rosario del Tala, tasada por la pericia en más de $ 1.000.000, y no en $ 800.000, tal como figura en la escritura, Romero le explicó que podía existir un juego de “oferta y de demanda”, insinuando que regateando el precio el ex-senador la pudo haber adquirido a un precio menor de su valor real.
Pero el perito, que vive en María Grande, una comunidad rural, explicó que conoce sobre el tema y aseguró que las propiedades rurales suelen tener “muchos compradores interesados”. Por lo tanto, en su gran mayoría los valores que se pagan son “los reales”, contrariando la intención del abogado defensor.
Además, consultado sobre las operaciones de Yedro, quien transfirió $ 300.000 a un plazo fijo en Uruguay para luego sacar un crédito avalado por ese dinero, el perito señaló que muchos casos similares fueron utilizados para “evadir impuestos”.
Otro párrafo importante de la declaración fue cuando el perito, refiriéndose a “Del Rubio y Hunmendi” aseguró que, a lo largo de su vida profesional, observó “sociedades constituidas con capitales ínfimos pero que tienen patrimonios que no son ínfimos”. Hay que tener en cuenta que “Del Rubio” adquirió un campo de $ 800.000 siendo que el capital de la empresa es de sólo $ 20.000.

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