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Una familia denuncia que la pretenden desalojar amenazando a sus hijos

Griselda Navarro, esposa de Jorge Giles, explicó que “esta historia comenzó en julio del año pasado, cuando se presenta la abogada María Elizabet Moreira, diciéndome que con sus esposo compraron el inmueble”, exigiéndole por lo tanto que abandonen la propiedad.
Según denunció Navarro ante la autoridad policial, “ella me amenazaba y el marido (de apellido Espinoza) me mandaba tipos de la pesada, como el mismo me dice”, anticipándoles que si no abandonaban el lugar las cosas pasarían a mayores.
“Yo tuve que dejar de trabajar en los arándanos, porque un día mi marido llevó a la nena hasta la escuela Nº 42 y este hombre llega, lo caza del cuello y del brazo y le dice que tenía hasta el martes de la semana para dejarme la casa”, narró Griselda, subrayando que “de todos estos hechos yo hice la correspondiente denuncia”.
Pero “el punto límite llegó cuando me amenazó a mi hijo de 13 años que va a la escuela Técnica. Lo esperó en una esquina para decirle que nos teníamos que ir, lo cazó del brazo y le dijo: decile a tu viejo que esta noche a las 20 entramos”.
Siempre de acuerdo al relato de Navarro, el otro hecho grave se registró “el martes a la noche, que vino Espinoza y bajan dos tipos que desde el tejido nos dicen: hey vieja, hoy no entramos pero mañana venimos”.
Navarro y su esposo reconocen que no son los legales propietarios de la vivienda, pero argumentan que estos supuestos compradores, entre otras cosas, no podrían justificar que el boleto de compraventa hubiera sido rubricado por la real titular de la propiedad.
Y como defensa asegura que “mi esposo hace 20 años que vive en esta casa. Yo hace 15 años que estoy casada y nunca nadie se presentó a decirnos que eran dueños de la casa”. Agregando que “en el juzgado me dicen que hasta que no haya una orden de desalojo yo no me mueva de aquí. Además nos dicen que por todos lo años que tenemos viviendo acá, la casa nos pertenece”. Remarcando en ese sentido que “yo tengo las actas de nacimiento de mis hijos y mi esposo tiene un telegrama de despido del año 1986, cuando se terminó la construcción del barrio El Toronjal”.

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