Gualeguaychú: secuestran siete automóviles robados y adulterados

Uno de los operativos fue realizado en calle Aguado al 831. Se constató la existencia de automóviles y autopartes en dependencias de la vivienda. En el fondo de la propiedad, en una suerte de taller o garage, se localizaron algunos Jeep, un Citroën, herramientas de las comúnmente empleadas para regrabar numeración de motor (adulterar). Pero no apareció un Fiat 128 buscado.
Por otra parte, secuestraron en cinco allanamientos anteriores seis coches, que quedaron fajados en custodia frente a la Jefatura Departamental. Entre los autos secuestrados figuran tres Fiat Duna, dos Renault 12, un Fiat Weekennd, un Renault 19 y un Renault 9. “Son las marcas más buscadas porque sus partes se adecuan fácilmente a otros modelos”, indicaron fuentes policiales.
La desaparición de varios rodados en Concepción del Uruguay dio origen a una investigación y tareas de inteligencia de la Policía de esa ciudad con la Policía de Gualeguaychú, en procura de dar con los autores. Las sospechas recayeron en personas oriundas de Gualeguaychú, relacionadas con desarmaderos.
El miércoles se recibió un exhorto de la jueza de Instrucción Nº 2 de Concepción, Estela Natal de Rebossio. El doctor Javier Cadenas, juez de Instrucción Nº 2 de Gualeguaychú, dio las órdenes de allanamiento. Los vehículos secuestrados se encuentran en la Jefatura y en la Comisaría Primera, y luego irán luego a Concepción.
El objetivo de la banda era múltiple: obtener autopartes (la mayoría, destinada al mercado de remises) y lograr vehículos “nuevos” a partir del desarme y rearmado. Algunos de los coches incautados ayer presentan faltantes de chapas y de asientos, respaldos, paragolpes. En un caso, el “vehículo” era sólo el block del motor y algunos fierros más. Todo el resto ya había desaparecido.
Los automóviles secuestrados presentaban claros signos de haber sido “emponchados”, lo que en la jerga significa haber sufrido un corte en el chasis a la altura de la numeración, la que es suplantada por otra nueva, que se corresponde a su vez con una nueva tarjeta verde adulterada.
Además, los blocks de motor también habían sufrido cambios. En ese caso, lo que se hace es borrar el número original (a fuerza de limar o golpear) y grabar uno nuevo. Sin embargo, el original puede volver a verse sólo por unos segundos gracias a la acción de un revenido químico que se aplica durante los peritajes, y que deja a la vista el número borrado.

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