LOS HECHOS
El martes 16 de marzo de 2004, “una reconocida abogada de la ciudad de Colón, formuló una denuncia penal contra Martín Raúl Muñoz, secretario del juzgado en lo Civil y Comercial Nº 1 a cargo del juez Jorge Raúl Malgor. La denuncia por lesiones y humillación moral, según la información exclusiva a la que accedió DIARIOJUNIO, se radicó en el juzgado de Instrucción a cargo Ricardo Fuertes. La abogada, según su propio relato fue insultada, lesionada en sus muñecas (al ser fuertemente zamarreada por Muñoz) y empujada fuera del juzgado. La mencionada profesional representaba a la periodista concordiense Karina Bradanini en un juicio laboral contra Armando Pietroboni, propietario de varios canales televisivos y radios de la zona”.
De este modo, DIARIOJUNIO daba cuenta en aquella oportunidad de los hechos ocurridos y de la denuncia judicial. Tres días después de ocurridos, el día 19, desde este medio contábamos que la abogada agredida (que en aquella oportunidad prefirió el anonimato), relató que efectuó una observación al secretario ; dicha observación, estuvo relacionada a un apellido mal escrito en el expediente judicial. La reacción del secretario, según el relato, fue intempestiva : le dijo que “lo tenía podrido”, la tomó con violencia de las muñecas, produciéndole lesiones y la empujó fuera del recinto, cerrándole la puerta en la cara.
FUERTES
Además de este procesamiento, del que se conocen pocos antecedentes, el otro dato fuerte es el revés para el juez de instrucción Ricardo Fuertes.
En primer lugar se conocen pocos antecedentes de que un funcionario judicial agreda a alguien en cumplimiento de sus funciones, mucho menos, que el agredido sea un abogado y menos aún que sea una mujer. Tampoco es habitual (por esto del espíritu de cuerpo), que se procese a un funcionario de los tribunales.
A favor de la justicia la historia parece estar cambiando.
El otro dato periodístico de peso, es el categórico revés sufrido por el juez Fuertes. El fallo de la Cámara lo deja mucho más expuesto de lo que ya estaba. Al parecer, no se trató de una simple equivocación o de una cuestión opinable. La Cámara, no solo proceso al funcionario judicial sino que, además, cambió la carátula de la causa.