Más de 1500 personas, según los organizadores, se dieron cita en Villaguay en el lanzamiento oficial de los candidatos a diputados nacionales por la Concertación NEE. Así, Emilio Martínez Garbino, Fátima Sauer, Eduardo Salcerini, Lisandro Viale y Susana El Halli Obeid expusieron sus propuestas específicas y, entre otras cosas, destacaron y coincidieron en la necesidad de consolidar esta fuerza política. También estuvieron presentes en la mesa de presentación Juan Carlos Lucio Godoy, diputado nacional; Julio Majul, senador provincial; Juan Domingo Zacarías y Beatriz Montaldo, diputados provinciales; Lidia Nogueira, intendenta de La Paz; y Daniel Irigoyen, intendente de Gualeguaychú.
A la hora de los discursos, el ex intendente de Gualeguaychú, dijo, realmente hoy mas allá de la necesidad que teníamos de encontrarnos nuevamente no debemos olvidar que hace dos años y un mes, en esta misma ciudad, nos comprometíamos a crear una alternativa política para la provincia de Entre Ríos. Aquel histórico 9 de agosto de 2003 queda completamente reflejado en este acto. Ratificamos permanencia, labor y esfuerzo. En aquel entonces, muchos dijeron que cuando nos toque tomar cualquier decisión (sea política o electoral) nos íbamos a quebrar en mil pedazos, que cada uno iba a “volver a sus misas”. Nosotros perduramos, nos afianzamos y seguimos trabajando en pos de consolidar definitivamente esta Concertación. Somos concientes de todas las dificultades que hemos tenido, que tenemos y que tendremos; pero somos concientes de eso, porque sabemos que esto no es un partido político, sino que es una Concertación donde confluyen sectores y actores con distintas identidades, con distintas historias, con distintos orígenes; pero respetando esas divergencia de opiniones y visiones es que pudimos hacer prevalecer la voluntad de una construcción en común. Sabemos que estas diferencias van a persistir, y le damos la bienvenida ya que en la diversidad, en la pluralidad, vamos a lograr las mejores síntesis. No es a través de los pensamientos hegemónicos, en los que uno piensa y ejecuta por todos, que se construye una sociedad… así nos ha ido. Este es el desafío.
Seguramente en el 2003 nos faltó previsibilidad ante la sociedad. Quizás la sociedad pensó “¿qué pasará después de las elecciones?”. Quizá fue por esto que en aquel entonces no tuvimos la reacción que nos merecimos tener. Pero en este tiempo hemos demostrado esa previsibilidad: porque tenemos esa capacidad de gestión, porque tenemos capacidad de conducción, porque tenemos claro lo que queremos, porque tenemos un proyecto de provincia que sabemos cómo llevarlo a cabo. Somos esa alternativa que en el 2007 será gobierno en la provincia de Entre Ríos.
Queremos recordar algunas cosas, antes de que nos dispongamos a trabajar en comisiones, que nos parece que son las bases filosofales de esta Concertación. Decíamos que nadie renuncia a su historia : los justicialistas con su justicia social, su independencia económica, su soberanía política; los radicales pensando en aquello que simbolizamos en una célebre frase de Moisés Levenson: “necesitamos doctrina para que nos entiendan y conducta para que nos crean ; el socialismo trayendo lo mejor de sus tradiciones, seguramente personificada en la figura de Alfredo Palacios, una persona batalladora y luchadora por nuestra Argentina ; hablamos del ARI, de la necesidad de instaurar, como dice Elisa Carrió, un nuevo Contrato Moral en esta sociedad; el Partido Intransigente con ese pensamiento de austeridad y fe republicana y así podemos seguir enumerando a los diferentes sectores políticos y sociales que confluyen y aúnan esfuerzos en esta Concertación para construir una sociedad mejor, así tampoco nos podemos olvidar del Movimiento Social Cristiano, que se encarna en el PPC de nuestra provincia.
Sabiendo de esas historias, orígenes y necesidades divergentes, debemos encontrar cotidianamente el consenso para sortear los pequeños egoísmos cotidianos, aquellas cuestiones que vinculamos a la simpatía y a la antipatía, tenemos que sortear las dificultades porque hay algo superior que nos llama, y que nos exige la unión por sobre todas las cosas. Este es el desafío para el 23 de octubre, mostrarle a la sociedad entrerriana que aquel “SI” del 9 de agosto no ha sido en vano, que aquel acompañamiento de la sociedad entrerriana de aquel 23 de noviembre no ha sido en vano y que el acompañamiento que vamos a tener este 23 octubre tampoco va a ser en vano, porque es lo que nos catapultará directamente a octubre del 2007 cuando seremos gobierno de la provincia de Entre Ríos.
Pero nosotros no nos nutrimos de slogan, vamos a trabajar sobre los temas que consideramos centrales: lo fundamental es entender que aquello que nos va a transformar de país en Nación va a ser la educación; es la que da forma al mundo laboral, al mundo productivo, al mundo económico, al mundo de la salud. Si hablamos de esto último, lo importante es la tensión básica de la salud que es prevención y educación; si hablamos de lo económico, debemos invertir en ciencia y en educación nos va a hacer un país independiente, no dependiente como ahora. Dicen que somos nuevamente el país granero del mundo, es cierto, pero también es cierto que lo fuimos hace 50 años. ¿saben cuál es la diferencia? Que en aquel entonces las semillas, los insumos y la tierra eran argentinas, hoy día los insumos y las semillas son importadas y la tierra no se sabe de quién es. La diferencia está en la educación, que es lo que nos integra y nos da identidad. Debemos trabajar en rescate de la escuela pública, tenemos que devolverle la dignidad y la estima moral y social al maestro, a ese docente sacrificado que todavía dudamos en reconocerle ese mérito.
Vamos a trabajar sobre el trabajo. El desafío que tiene la Argentina es torcer el rumbo de la desocupación y la pobreza, y la única manera de combatir esto es con dos herramientas : puestos genuinos de trabajo y una nueva distribución del ingreso en la Argentina. Con estos ejes y con un elemento más : la universalización de los planes sociales, para que todos los que los necesitan, irrestrictamente, tengan los beneficios que se merecen. Pero aquí cabe hacer una aclaración: a veces, cuando hablamos de clientelismo político, eso tan perverso, tan nocivo para nuestro país, hacemos mención exclusivamente al pobre, como que es sólo él que vende su dignidad y conciencia. Esta es una mentira. También hay otros clientes, que se esconden: los medios que desinforman o que no informan porque viven a expensas de los beneficios de las pautas publicitarias oficiales, también son clientes quienes están siempre a la expectativa; también es cliente ese sin número de funcionarios “polirubros”, que con tal de atarse al presupuesto durante años, se atan al mandamás de turno porque saben que en la vida privada van a tener serios inconvenientes. Lo mismo le da ser Jefe de Policía, Secretario de Salud, director de Cultura y lo que venga. Estos también son clientes políticos.