A pocos días que se concretó la renuncia de Juan Carlos González, comienzan a salir a la luz algunos de los motivos que terminaron de sellar la suerte del ex funcionario.
Así por ejemplo, ser conocen detalles de la difícil relación que tenía González con el Concejo Deliberante de Concordia, inclusive con muchos ediles del propio oficialismo, fundamentalmente por el poco apego a la normas al llevar adelante su trabajo.
Se destaca así la resolución aprobada el pasado 23 de diciembre. Allí no solo se rechazó un paquete de expedientes para que se aprueben terrenos destinados a viviendas. Sino que además se devolvieron las actuaciones, sugiriéndole al intendente Juan Carlos Cresto que “proceda a una investigación para deslindar las responsabilidades”, respecto a permisos de uso que habían sido otorgados por el entonces Secretario de Obras Públicas.
Barrio sin servicios
Lo que fundamentalmente observaban los concejales era la insistencia de González para construir viviendas en terrenos que no contaban con servicios básicos como agua corriente, desagües cloacales, energía eléctrica o alumbrado público.
Los concejales, incluidos los justicialistas, le subrayaban que “en toda planificación urbanística se debe tener en cuenta servicios como educación, agua, alumbrado, protección policial, bomberos, entretenimiento, transporte urbano”, etc.
Allí los ediles le recordaban a González la vigencia de un Código de Ordenamiento Urbano, el cual “no es la manifestación de una expresión de deseo, sino el documento básico de urbanismo, el plan general adoptado luego de los estudios técnicos pertinentes, que estipula los criterios de utilización del terreno respondiendo a numerosos objetivos sobre todo sociales, tendiendo siempre a lograr un crecimiento racional de la ciudad”.
El desaire se completaba con la anulación de una serie de resoluciones de la Secretaria de Obras y Servicios Públicos, ya que la dependencia es “un área que por si solo no constituye la autoridad de aplicación con facultades suficientes para resolver sobre el tema, no pudiendo, por tanto, producir efectos jurídicos”.
Perseveró pero no triunfó
Otro de los reveses que tuvo González durante su gestión es mas reciente. Ya que el pasado mes de junio, el Consejo Deliberante le remarcó la existencia del Código de Ordenamiento Urbano, aconsejándole a la Secretaría de Obras Públicas que acate las “Normas Particulares sobre Parcelamiento y Uso”, a la hora de lotear los predios destinados a planes de viviendas.
Lejos de admitir la falla y enmendar la anormalidad, el Secretario de Obras Públicas inició una serie de consultas e invitaciones a instituciones intermedias, ante lo que considera como una “necesidad de actualizar el Código de Ordenamiento Urbano de Concordia”.
Su iniciativa no prosperó, “no sé que pensó” dijo un concejal a DIARIO JUNIO, “eso no es algo que modifica de un día para otro, sino que habría que convocar a toda la ciudadanía porque hace al proyecto de ciudad que se quiere para dentro de varias décadas”.