El canciller Bielsa aseguró que el país “está decidido” a exigir un estudio que evalúe el impacto ambiental; su par, Reinaldo Gargano, volvió a defender el proyecto; ayer, Tabaré Vázquez había confirmado la iniciativa
El diferendo diplomático entre la Argentina y Uruguay en torno a la construcción de dos plantas de celulosa en las costas de Fray Bentos, cuestionadas por el daño ambiental que podrían provocar en la zona, generó hoy nuevos cruces.
En este sentido, Bielsa cuestionó el hecho de que Uruguay haya supeditado la conformación de una comisión mixta de estudio ambiental a la decisión de la Argentina de levantar el planteo que hizo contra la instalación de las dos plantas de celulosa ante el Banco Mundial.
«Eso es un derecho que tiene la Argentina, ¿cómo nos van a decir que no usemos un derecho?», planteó el canciller, quien consignó que, además del planteo ante el Banco Mundial, la Argentina realizó «presentaciones idénticas» en España y en los Países Bajos ante «el Banco Bilbao Vizcaya y ante una corporación de bancos».
En este sentido, Bielsa afirmó que el país está «decidido a que se haga un informe que demuestre que las plantas no polucionan» y sostuvo que «la negativa sistemática de Uruguay a hacer esas mediciones de manera bilateral, como lo acordaron los presidentes, es lo que más está complicando la cosa».
Pero mas allá de la defensa del derecho argentino, el canciller Rafael Bielsa intentó bajarle el tono a la controversia, destacando que la controversia no podrá «perjudicar la relación con Uruguay», al que definió como «un país entrañable».