El dato de los 40 mil kilos de alimentos en mal estado recién se conoció esta mañana en algunos ámbitos oficiales, pero hubo una orden de silenciar la cuestión para que no trascendiera públicamente, habida cuenta del fuerte rechazo social que hubo el mes pasado, cuando se produjo la quema de alimentos vencidos con aportes de la Nación. Pudo saberse que el nuevo coordinador de los planes alimentarios de la provincia, licenciado Jorge Kerz –quien hoy entregó su informe al gobernador Jorge Busti, sobre el cuadro de situación actual con el que se encontró- habría decidido el martes intervenir los galpones del Ejército, molesto por el descontrol que existía e incluso ya habría conseguido un nuevo lugar para almacenar la mercadería.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda emitido por Radio del Plata Paraná, Kerz evitó brindar mayores detalles para que sea Busti quien se encargue de ello, aunque sostuvo que está “trabajando en el tema”. Además, confirmó la entrega de dicho informe donde constan actas labradas por escribanos, que dan cuenta del trabajo del personal de Bromatología en los galpones del Ejército.
Entre otras irregularidades, Kerz habría detectado que desde la provincia nunca se habían rendido los módulos alimentarios de ayuda directa, lo que provocó cierto malestar. Al parecer, los bolsones eran adquiridos con recursos nacionales y los entregaba a gusto y placer la propia ministra Degani, en forma discrecional sin ningún criterio de riesgo nutricional, siendo los beneficiados los legisladores del oficialismo y los punteros políticos allegados.
También existen faltantes de rendiciones del programa PRAF, aunque figuraban como “entregados” al Ministerio de Desrrollo Social de la Naciòn. Además, otra desprolijidad saliente del relevamiento determinó que el gobierno nacional enviaba bolsones para los celíacos que fueron reclamados por ACELA (la asociación de celiacos) al poder central, estos eran remitidos pero tampoco llegaban rendiciones de entrega. Pudo saberse que en cada uno de los casos, Kerz pidió un escribano para dejar constancia de lo que recibía y se le entregaba a nivel administrativo, de inventario y de elementos.y pidió la inmediata acción de Bromatología para comprobar el saneamiento de los alimentos almacenados. Al parecer habrían aparecidos otros alimentos que estarían guardados en otros «domicilios particulares» a posteriori de que se llamara a la prensa para la fotos y habrían sido restituídos al galpón del Ejercito, al conocerse la auditoría de Kerz.
