La carta, con fecha, 14 de julio, arranca diciendo: “comunico a usted que no me consta, ni se acredita fehacientemente que usted posea la calidad de socio gerente de la firma Discovery S.R.L., titular del nombre del negocio que gira en plaza bajo el nombre de “Costa Disco”; no obstante dicha situación RECHAZO por improcedente su Carta Documento de fecha 28 de junio de 2005. Las declaraciones que vertiera en distintos medios peridísticos locales, acerca del horario de cierre de los locales nocturnos y su implicancia en la sociedad concordiense –prevalentemente dirigida a la situación en que se encuentran los jóvenes que concurren a dichos lugares- han sido mal interpretadas o tergiversadas”.
Acto seguido, Cresto se dispuso a explicar que quiso decir. “Las opiniones emitidas en mi carácter de presidente municipal fueron dirigidas fundamentalmente a prevenir a la juventud de los peligros a que se encuentran sometidos al dembular hasta largas horas de la madrugada poor las calles de nuestra ciudad y hacer notar que en algunos locales nocturnos se expende bebidas alcohólicas a menores de edad, habiéndose utilizado la palabra droga –dicha inmediatamente- como sinónimo de bebidas alcohólicas por los daños y adicción que las mismas producen a nuestra juventud”, dice la carta.
Hay que recordar que Cresto, el viernes 24 de junio, declaró a un medio de prensa local que “desde las 22 de la noche hasta el otro día a las 6, 7 y 8 de la mañana, los chicos están todavía encerrados dentro de estos locales, alcoholizados, tomando energizantes y drogándose; acá hay que poner control a todo eso, esa es mi posición”.
El conflicto que subyace al tema es el proyecto de ordenanza que el Ejecutivo envió al Concejo Deliberante en mayo pasado. Cresto defiende con ahínco el establecimiento de un tope horario para las actividades nocturnas. El proyecto establece que los locales bailables cierren a las 3 de la mañana en invierno y a las cuatro de la mañana en verano. La normativa propuesta establece multas que van de los 500 litros de nafta hasta la revocación definitiva de la habilitación por un año. En cambio, los propietarios de los boliches se oponen a la iniciativa.