Hambre: “Sensación desagradable o dolorosa causada por la falta de alimentos”. (Definición del Banco Mundial).
El Centro Comunitario Infantil “Azahares” que funciona en barrio Villa Gobernador Cresto, responde al programa PROAME, allí se brinda a 120 chicos, desayuno, almuerzo y merienda. En lo que hace al seguimiento de los chicos por el peso y talla, se trabaja en conjunto con el Centro de Salud del barrio Capricornio, “con el Dr. Blas Gómez un médico que se dedica a los chicos realmente” nos decía Angélica Locker, maestra de la escuela Nº 71, que cumple tareas de orientación a chicos y familias del barrio. Detrás de cuerpos delgados, de miradas un tanto traviesas y sumamente agradables, se esconden “chiquitos afectados con desnutrición en primer grado (DI), parásitos y enfermedades en la piel, sobre catorce niños, ocho la padecen” remarcaba Diana Argumedo, responsable de la salita de dos y tres años en el CCI del barrio. Vale remarcar que Darío, el chico que falleció hace 15 días, vivía en el barrio y pesaba 11,800 kgs. y medía 85,5 cm. con cuatro años y ocho meses
“Estos son algunos de los niños afectados con (DI) en la salita pre-escolar”, nos dice su maestra.
Edad Peso Talla
3 y 2 meses 12,200 kgs. 84 cm
2 y 2 meses 10,000 kgs 77 cm
3 y 3 meses 12,800 kgs. 91 cm
3 y 9 meses 10,150 kgs. 78,5cm
3 y 3 meses 12,600 kgs. 88,5cm
1 y 6 meses 7,350 kgs. 71,0 cm
3 y 11 meses 11,150 kgs. 88,0 cm
1 y 5 meses 5,150 kgs. 66,0 cm.
Argumedo reflexionó que “seguramente hay más chicos en iguales o peores condiciones, lo que sucede es que no todos vienen al jardín”.
QUIENES CONFORMAN EL PAISAJE SOCIAL DEL BARRIO
Setenta y ocho son las familias que conforman el tejido social de la humilde Villa Gobernador Cresto. Hace unos años duplicaban esta cifra, ya que se les había prometido construirles viviendas dignas. “Estaban programadas hace mucho tiempo viviendas hermosas, de acuerdo a los planos originales. Después los segundos planos se achicaron un poco, y ahora no pasa nada”, nos decía una vecina que vive en la villa desde hace diez años. De cada cinco familias, dos no tienen trabajo y los que tienen la suerte de tenerlo, en su mayoría están en negro y trabajan en los montes y las quintas, con remuneraciones que en la mayoría los casos no llegan a los $ 300.
“Es un barrio dónde vas a ver a los chiquitos cumpliendo tareas de adultos, las niñas son madres de sus hermanitos, porque tampoco queda otra, hay que hacerlo y lo hacen de la mejor manera posible y eso provoca que no puedan ir a la escuela regularmente por un lado y que no tengan las herramientas que necesitan para vivir en una sociedad justa”, nos decía Locker. Una vecina del lugar nos decía que “no sólo las casas son precarias, todo es precario, la salud, la educación, la seguridad, todo”. En la Villa Gobernador Cresto, hay una sensación de destino ya decidido. Para revertir esto, la “seño” de la salita del CCI nos deja como reflexión final “la necesidad y urgencia de trabajar todos juntos para prevenir muertes lentas”.
