Los gurises quieren estudiar y que se los escuche sin límites de horario

Al momento de llegar a la Supervición Departamental más de un centenar de jóvenes entonaron cánticos pidiendo que se los reciba y, unos minutos después, se hizo presente Saúl Dri que dio una rápida leída al petitorio. Luego alguien le acercó un megáfono al funcionario quien se excusó: “en otra época he usado esto lo que pasa me había olvidado un poco”, para luego garantizar a los chicos que el petitorio va a ser elevado al Concejo General de Educación “En el diagnóstico coincidimos”, señaló Dri invitando a los representantes de la Coordinadora para participar de una reunión la semana próxima. Sin embargo los jóvenes reclamaban impacientes “hechos y no palabras”, mientras el funcionario intentaba explicar como se están instrumentando las políticas educativas y cada tanto era interrumpido por cánticos: “Queremos hechos” y “Basta de chamuyo”.
No obstante quedó en pie la invitación para una reunión en la que además del Supervisor Departamental, participarían los responsables de Arquitectura, Becas y Comedores y se escuchará lo que los estudiantes opinan.
Seguidamente, la marcha continuó su derrotero hacia la Municipalidad de Concordia donde se leyó otro petitorio vinculado al horario del cierre de los boliches pero que incluía reclamos que exceden largamente este tema que desvela a los concejales.
“Concordia no es solo el centro sino también todos los barrios que la rodean”, “Concordia no son 4 señores que se quejan por que no los dejamos dormir, sino 3 de cada 4 chicos que no tienen para comer”, “Concordia no son 30 padres que se quejan son 30 chicos que se mueren cada 2 semanas por desnutrición”, eran algunas de las consignas que los chicos vivaban frente a la municipalidad. Más adelante uno de los jóvenes planteó “en el proyecto ellos nos hablan de falta de moral y de la integración familiar y nos echan toda la culpa, y ¿somos la causa de la falta de moral o somos su consecuencia?”, a lo que todos respondieron cantando: “consecuencia, consecuencia”.
En tanto, nadie salió a recibir a los jóvenes manifestantes, sólo algunos empleados de la municipalidad asomaban su cabeza por la ventana. Los concejales brillaban por su ausencia, salvo Gladis Tribulatti que acompañó todo el trayecto de la marcha.
Antes de ingresar en el edificio uno de los chicos tomó la palabra y expresó. “Les queremos advertir que de ahora en más los estudiantes y el pueblo vamos a estar unidos. Acá están los estudiantes que ustedes dicen que están perdidos, los padres que creen en sus hijos, los maestros que creen en la educación, acá está el pueblo concordiense señor Cresto, sepaló, que le quede bien en claro”.
Así fue que los gurises ingresaron a la Municipalidad, fueron hasta el Concejo Deliberante donde sólo deambulaban algunos empleados, y finalmente se dirigieron al gazebo de la Plaza 25 de mayo donde se cantó el himno nacional y se dio por finalizada la jornada de protesta.

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