El informe lleva como título CUOTA HILTON: VIOLACIONES, IRREGULARIDADES E IMPUNIDAD EN EL MANEJO DE SU DISTRIBUCIÓN y fue realizado por los diputados nacionales Susana García (ARI – Santa Fe), Fabiana Ríos (ARI – Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur) y Adrián Pérez (ARI – Buenos Aires). A lo que se suma que el trabajo esta abalado por el Centro para la Transparencia en la Gestión Pública y Privada “Lisandro de la Torre”.
Según consigna el informe, que se puede leer completo en www.ari.org.ar/cuota_hilton.doc , la finalidad del trabajo “es echar luz y poner en la consideración pública la complicada trama de intereses cruzados y corrupción que existe entre los actores involucrados en este negocio, ya sean éstos miembros del Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial o del Sector Empresario”.
Allí se explica que la Cuota Hilton es un cupo establecido por la Unión Europea, que acepta la introducción en su territorio de cortes enfriados vacunos, sin hueso y de alta calidad, libres de aranceles, para lo cual asigna dicho cupo a cada país exportador, que para la Argentina equivale a 28.000 toneladas.
Los cortes Hilton, que deben su denominación a la cadena de hoteles del mismo nombre, tienen un alto valor porque se trata de los cortes de mayor calidad seleccionados del cuarto trasero. Se cotizan en el mercado en el orden de los u$s 7.000 dólares la tonelada, lo que representa según el año entre u$s 2.000 y 3.000 más que los restantes rubros de carne. Es el mayor negocio frigorífico del país y representa en su totalidad unos u$s 200.000.000 de dólares.
El origen de la Cuota Hilton proviene de un acuerdo comercial en la llamada Rueda de Tokio, en el año 1979. En aquél momento varios países, entre ellos la Argentina, hicieron hincapié sobre el creciente proteccionismo agrícola europeo. Dicho planteamiento trajo consigo un acuerdo entre la Unión Europea y otras naciones por medio del cual la primera le asignaría a cada una un cupo para realizar exportaciones a su mercado de cortes vacunos de alta calidad. El volumen distribuido por la Unión Europea en 1979 fue de 21.000 toneladas peso-producto y los países que obtuvieron la posibilidad de exportar los cortes de alta calidad fueron Estados Unidos, Argentina, Australia y Uruguay. En la actualidad, la Argentina es el país que tiene mayor cuota –las 28.000 tn dichas-, representando la misma es 50% del total de lo entregado por la Unión Europea. Luego le siguen EE.UU. y Canadá.
LA REGLAMENTACIÓN DE LA DISTRIBUCIÓN
El talón de Aquiles de esta historia es la forma en que se reglamenta la distribución de la Cuota. Esa reglamentación tendría que venir a dar los parámetros a través de los cuales el Gobierno, posteriormente, otorgará los cupos de exportación a los interesados.
Pero la reglamentación de la distribución de la Cuota Hilton se modificó 14 veces en los últimos 23 años; en los últimos diez años no se cumplió lo establecido en esas reglamentaciones, las cuales se modificaron 4 veces en los últimos 4 años. Según el informe, “no es causal que esta manipulación haya desembocado en el escándalo público al que hoy asistimos”.
El informe remarca que en la época menemista se seguía e criterio de concentrar la cuota Milton en aquellos frigoríficos que mas exportaban. Incluso se destaca el papel de Felipe Solá, (hoy gobernador de Buenos Aires) entonces titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (SAGYPA).
Fue durantes su gestión (Febrero de 1993 a Agosto de 1998) donde se mantuvo la primacía del criterio de la past-performance, , dando así plafón para que se acentuara la concentración del negocio. Así se intensificó la política de direccionamiento.
Hay que reconocer que, de acuerdo al informe realizado por los diputados del ARI, no se abandonó la costumbre de direccionar las cuotas y beneficiar a ciertos empresarios frigoríficos.
Con la llegada al gobierno nacional de la Alianza es designado al frente de la SAGYPA Antonio Berohngaray, dirigente histórico de la UCR de La Pampa, quien permitió que durante el año 2000 se produjera un incremento notable en la porción de Cuota que le correspondió al Frigorífico Carnes Pampeanas, empresa de la Provincia donde el referido funcionario desarrollara su carrera política.
Pero con la irrupción de Domingo Cavallo como ministro de Economía, la historia volvería a seguir el camino de la concentración en pocas manos.
EL ACUERDO CON LOS FRIGORÍFICOS Y EL MANEJO POLÍTICO DE LA CUOTA
Durante la gestión Duhalde se conformó un grupo empresario que pasaría a jugar un rol clave en esta historia: Se trata del ABC -Argentine Beef Consortium- conocido también en la Industria como “el consorcio”, compuesto por un conglomerado de 15 de los más grandes frigoríficos, muchos del sur de Santa Fe y entre los que se encuentran algunos de los más tradicionales actores de la industria cárnica del país.
Entre los frigoríficos participantes se cuentan Swift, Gorina, Quickfood y otros. Y se designó como presidente a Carlos Oliva Funes, del frigorífico Swift.
Según destaca el informe, muchos de estos frigoríficos recurrieron a continuos recursos de amparos, que frenaban así cualquier intensión de intentar modificar la redistribución de la cuota.
Los empresario no tenían que buscar mucho, siempre aparecían jueces dispuestos a trabajar con la balanza, la que siempre se inclinaba favorablemente a los empresarios.
En esta época mucho se dijo sobre las continuas clausuras de frigoríficos ordenadas por el SENASA, siempre motivadas por cuestiones sanitarias.
El fuego cruzado entre las partes y las sospechas sobre las cuestiones que motorizaban algunas de estas inspecciones afectó negativamente la imagen del titular del SENASA y del Organismo todo. A tal punto que, ante el caos imperante y la desconfianza que éste generaba, Europa decidió hacer sus propias investigaciones. El país perdió el pre-listing, es decir, la potestad de controlar por sí las condiciones sanitarias y que este control contara con el aval del mercado destino sin una nueva inspección en los mismos, tanto de Europa como de USA.
La Resolución 1/2003 del 2 de Enero de 2003 del SENASA modificó los criterios de evaluación de plantas y estipuló una reinscripción general de todas las plantas habilitadas para exportar carne fresca en un plazo de 60 días. Esta reinspección general era necesaria porque sólo así se lograba la oportunidad de ejercer, bajo la forma de evaluaciones sanitarias, la discrecionalidad necesaria para realizar las exclusiones buscadas en el listado de frigoríficos en condiciones de exportar a la Unión Europea.
Ante esto, las fechas resultan sugestivas: esta reinspección generada de apuro se haría dentro de los tres meses previos a la elección presidencial de 2003. Tras ello, con las nuevas habilitaciones y exclusiones, la SAGYPA repartiría en función de ellas el tonelaje Hilton.
Las acusaciones fueron múltiples y se llegó a presentaciones judiciales para que se dicten medidas de «no innovar» que retrotrajeran la situación al momento en el que los frigoríficos sancionados por incumplimientos pudieran seguir exportando. El gobierno norteamericano mostró preocupación relacionada al rol y desempeño del SENASA, algo que las autoridades de ese país dejaron ver cuando en junio de 2003 quitaron autoridad al Organismo para habilitar frigoríficos donde se faena carne que luego se envía a ese mercado. (la citada pérdida del pre-listing).
Las inquietudes de los norteamericanos, por lo que sucedió luego, no cayeron en saco roto. El propio Secretario de Agricultura Campos ordenó a Cané la emisión de una Resolución (339/2003) en la que el propio SENASA dispuso reinspeccionar antes del 23 de setiembre de 2003 todas las plantas habilitadas para exportar. De este modo, Cané fue obligado a volver sobre sus pasos luego del escándalo en el que quedó envuelto SENASA por las sospechas de manejos irregulares en la distribución de la cuota Hilton con destino a Europa.
EL ESCANDALO QUE SACA A LA LUZ LA TRAMA DE CORRUPCIÓN-
Hasta mediados de 2004 por la redistribución realizada por el Gobierno Nacional y fuertemente afectada por las medidas de la justicia, había medidas cautelares que eran aprovechadas por quienes hoy se quejan de las mismas. Jueces, empresarios y funcionarios actuaban en aparente connivencia pero todo transcurría dentro de una cierta “armonía” en que la situación no pasaba a mayores. No obstante esto, es en el año 2004 donde la situación explotó.
Con el vencimiento de los 4 años de vigencia de la Resolución 914/2001, el Secretario de Agricultura de la Gestión Kirchner–Lavagna, Ing. Miguel Campos y el Subsecretario de Política Agropecuaria y Alimentos de Claudio Sabsay, cambian los criterios de distribución nuevamente. Estos cambios quedan plasmados en la Resolución 113/2004 SAGYPA, cuyos puntos más salientes son:
• La Regionalidad se incorpora con un coeficiente agropecuario más apropiado , siendo de 6% la participación de este criterio.
• La Past-performance se mantiene aunque morigerada, de forma tal que pierde importancia relativa.
• Mayor cuota a proyectos conjuntos entre plantas frigoríficas exportadoras y asociaciones de criadores y/o grupos de productores de razas bovinas, estipulándose un 7% para ese período y aumentando la participación de forma gradual hasta alcanzar el 10%. • Mayor participación para las Plantas Nuevas.
• Prohibición de transferencia de cuota entre frigoríficos y de producción en una planta diferente a la tenida en cuenta para el proceso de adjudicación.
• Reducción de la importancia de los “enlatados” para el cálculo del valor agregado de los antecedentes de exportación, en función que los mismos no se corresponden con la calidad de los cortes que integran la Cuota; a fin de premiar solo el desempeño de los despachos de carne fresca no Hilton.
ANÁLISIS DE LOS CASOS MÁS ESCANDALOSOS
Si bien el informe es profuso a la ahora de enumerar casos de sospechosa adjudicación de cuotas, vale remarcar el caso del frigorífico SUBPGA S.A.C.E.e I., ubicado en Berazategui, Provincia de Buenos Aires
SUBPGA es un actor clave en el escándalo Hilton. Cuenta con una deuda millonaria con el Fisco y los organismos técnicos de Control le quitaron la habilitación para exportar –que fue recuperada por una medida judicial-; permanece en concurso preventivo desde 1986 – lo que genera que tenga toda su maquinaria embargada -y tiene una denuncia penal por retención de aportes a sus empleados.
Obtuvo para el período 2004/2005 que está finalizando 2599 tn, casi el 10% de la Cuota, en violación a una multiplicidad de normas y con deudas millonarias con el Estado que detallaremos enseguida, todo lo cual lo logró ante un dudoso amparo.
En el 2003 SUBPGA fue una de las plantas inhabilitadas paras exportar por las inspecciones sanitarias del SENASA al mando de Bernardo Cané.
Pero en el 2004-2005 tuvo su revancha: se convirtió en el frigorífico que más Cuota recibió, incluso más que el doble de lo obtenido por las principales firmas del país.
Como conclusión del caso SUBPGA, el informe lo presenta como “el ejemplo más grotesco de la red de corrupción judicial, empresaria y política”.
Por último, ya en el terrenos de las conclusiones, el trabajo de los diputados del ARI que la adjudicación de la Cuota Hilton está siendo cruzado por muchos intereses económicos, lo cuáles buscan ejercer influencia para ser beneficiados con la adjudicación de la misma. Estos intereses, a su vez, encuentran una contraparte en estamentos políticos y judiciales. Así, empresarios, jueces, funcionarios, legisladores y dirigentes están interrelacionados de formas muy complejas, en dónde no hay un único “acuerdo” que los ligue, sino que se dan múltiples relaciones de complicidad, asociación, financiación y protección mutua entre los actores.