Hace dos semanas, al enterarse de que las pretensiones de la firma chilena eran utilizar sólo los destinos rentables, funcionarios argentinos se comunicaron con los ejecutivos de la empresa para persuadirlos de que ésas no habían sido las condiciones del acuerdo. La negativa de LAN le habría generado un problema al Gobierno, porque ya Aerolíneas Argentinas había insinuado que abandonaría rutas si su competidor no volaba a todos lados.
No obstante, Lan revió esta medida y habría pedido autorización para volar a Santiago del Estero, Jujuy, Paraná, Reconquista, Concordia, Corrientes, Formosa, Chapelco, Esquel, Villa Gesell, Comodoro Rivadavia, Santa Rosa, Bahía Blanca, Puerto Madryn, Viedma, Río Grande, La Rioja, Catamarca, San Luis, San Rafael, Malargüe, Río Cuarto y San Juan son algunas de las ciudades que pidió la nueva empresa. Con todo, la autorización para volar no obliga de manera automática a una compañía a cubrir ese trayecto.