Un estudio realizado por la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), determinó que, de los 444 millones de pesos que el Estado invierte en educación, el 97,7 % se va en el pago de salarios. El gobierno intuye que ese gasto está “abultado” por el alto nivel de ausentismo docente y la consecuente necesidad de contratar suplentes. Sin embargo, Amalia Homar, vocal gremial en el CGE, aseguró que no hay ningún estudio serio que permita afirmar eso.
“El Consejo de Educación no tiene todavía modo de determinar cuando se habla de suplencias de qué se habla. Hay dos tipos de suplencias: una es cuando un docente ocupa otro cargo, y pide licencia sin goce de haberes; y está también el caso de enfermedad o parto, y también hay que nombrar un reemplazante, y sólo en este caso hay duplicidad de pago. Pero no hay un dato cierto de cuánto representa uno y otro”, señaló Homar.
No obstante, Víctor Fassi, vocal del CGE, aseguró que se trabaja a destajo en procura de reducir el nivel de gastos en suplencias, en pos de no superar el 8 % de la planta, porque sencillamente no hay más plata para seguir gastando. “Hay departamentos que lo han logrado, otros que se están arrimando, y hay algunos en los que esto resulta más dificultoso, como es el caso de Paraná, Gualeguaychú y Concordia. En estos lugares, el gasto siempre se excede de lo normal”, dijo.
El CGE ahora se atiene a una resolución de 2004, la Nº 1.179, que estableció un mecanismo a seguir en caso de ausencia del docente titular. Esa norma establece cuales son los plazos que se deben respetar antes que una escuela solicite un suplente. En nivel Inicial, la ausencia del titular de un cargo debe exceder los 10 días para nombrar a un suplente; en enseñanza general básica (EGB) I y II, 15 días; y en nivel Medio y Superior, 20 días. En caso contrario, dice la resolución, será el director o el vicedirector, quien quede al frente de alumnos.
Fassi admite que en EGB I y II es fácil de aplicar, pero es más complicado en el nivel Medio. Los motivos son que en la primaria, quienes ocupan los cargos de directores o vicedirectores son maestros, y pueden quedar al frente de alumnos sin “ningún tipo de problemas”. En cambio, en el nivel Medio es más difícil porque “hay profesores de distintas disciplinas y a veces no resulta tan sencillo cubrir las horas. Por eso, se nos vuelve más difícil el control”, afirmó el funcionario.
Pero la vocal Homar rechaza de plano esa lógica. “No sólo que rechazamos, y no acordamos con esta perspectiva que se plantea, sino que también decimos que es inaplicable. Y así caemos en situaciones como las que ya se están dando en varios departamentos que a raíz de este tope para las suplencias, no se designan reemplazantes. Y no designar un suplente es un día sin clase para el alumno. La buena voluntad de un directivo nunca suple la tarea del docente frente a alumnos”, expresó.
En ese sentido, planteó que para disipar “cualquier sospecha sobre las razones de por qué un docente falta al trabajo, habría que instrumentar un buen control médico. El proyecto está presentado y aprobado, pero no se aplica porque no hay voluntad de hacerlo”, añadió a El Diario.