El primero de los puntos tratados estuvo relacionado a la ubicación de los juegos y el espacio entre cada uno. También discutieron sobre el espacio físico que debe haber para la movilidad de los niños.
No quedó fuera de discusión, el tema de las puertas de emergencia, con apertura hacia afuera y dimensiones apropiadas, y también la necesidad de colocar alarmas manuales que alerten sobre cualquier siniestro.
Respecto a la presencia de una persona que controle el ingreso y egreso de niños, acordaron que la responsabilidad es de quienes alquilan los salones para desarrollar las fiestas.