La formación ferroviaria, de 70 vagones, transportaba unas 3 mil toneladas de mercaderías (agroquímicos, fertilizantes, maderas y pasta) y por un desperfecto de la vía (que bien podría ser una «apertura de vía»), se produjo el accidente. Las fuentes consultadas insistieron en señalar que en el mismo lugar tiempo atrás se registro un episodio similar y que la falta de mantenimiento y el sobrepeso de los trenes facilita este tipo de situaciones que arrojaron cuantiosos daños y perdidas.
Con el virulento accidente felizmente no hubo que lamentar heridos, el conductor, Mario López de Basavilbaso, siguió al mando de la locomotora mientras se realizaban las tareas para liberar la vía.
El principal inconveniente que genero el descarrilamiento fue el necesario traslado del pasaje de «El Gran Capitán» que de esta manera no pudo completar su accidentado viaje “de cumpleaños”.
El tren de TEA S.A cumplía hoy su primer año de servicio en la mesopotámica, pero lejos de poder festejar este acontecimiento como lo tenia previsto el directorio de la compañía el convoy sufrió múltiples inconvenientes que lo demoraron mas de diez horas hasta que finalmente se le sumara el accidente del carguero que obligo a abortar definitivamente la llegada a destino privilegiando que el pasaje llegara a vía micros contratados a tal efecto por la empresa presidida por Emilio Franchi.
En minutos se despejaría la vía y seguidamente el personal de ALL S.A concretara las tareas de reparación que se exigen por el dañado sufrido en el tendido.