“Se vuelve a sentir mal olor, muy mal olor, creo que más que en épocas que trabajaba con la otra firma”, enfatizó Griselda, reconociendo que todavía no han decidido encarar un reclamo formal, aunque “lo venimos conversando como tema de vecinos nada más “, aclaró.
En tanto la otra vecina remarcó “yo estoy de acuerdo en que firmemos alguna petición”, al tiempo que se quejó: “estas dos cuadras desde Tavella hasta 25 de Mayo no tienen ni pavimento ni alumbrado” y el polvillo del ambiente es “como un talco que se mete por todos lados”.
La señora que hace 50 años vive en el barrio, explicó: ”cuando era Pindapoy era muy abierto, cuando se pobló empezó a ser más molesto”. Y si bien reconoció que la fábrica es una “buena fuente de trabajo para la gente”, también aseveró que es “una cosa incomprensible que una empresa como esta esté dentro de la ciudad”.