Inseguridad: Las Drogas y el delito
He observado atentamente los distintos elementos que componen el actual clima de inseguridad y me quiero detener sucintamente en este análisis, en dos temas que no ha recibido el tratamiento en la discusión que por sus importancias reclaman. Estimo que, para comprender la crisis de inseguridad actual debemos con convicción superar dos grandes desafíos en la lucha en contra de la delincuencia: 1º) Comprender cabalmente la estrecha vinculación entre las adicciones a las drogas, las conductas delictivas y la pobreza.- 2º) Ensayar respuestas eficaces para combatir a estos flagelos, desde la prevención primero y desde la lucha en contra el narcotráfico luego, para asegurar una real tarea de prevención del delito.-
CARACTERIZACION DE UN NUEVO SUJETO DE NUESTROS TIEMPOS: EL DELINCUENTE ADICTO.-
Elegí referirme escuetamente a un país que es presentado reiteradamente como símbolo del crecimiento económico regional y que tropieza con similares dificultades a las nuestras, para no achacar el florecimiento de este tipo de sujetos a ninguna administración local en particular y para poder responsabilizar a todas por su ineficiencia para impedirlo en general.- Me referiré en las líneas que siguen puntualmente al hermano país de Chile:
La Directora del Consejo Nacional de Control de Estupefacientes (Conace), María Teresa Chadwick, en declaraciones formuladas a Diario “El Sur”, de Concepción, Chile, Edición del 24/12/03 afirmó: “La droga tiene relación con el delito, la relación es fuerte. Por ejemplo, un estudio que realizamos en siete cárceles del país mostró que en la mayoría de la población penal existía una prevalencia altísima del consumo de drogas, casi de un 80%.” Señaló en la misma nota, respecto de la pobreza: “El problema es que la droga en sectores más pobres produce más estragos y vuelve la vida cotidiana más dramática. La penetración de la droga en ámbitos de pobreza es distinta que en sectores acomodados. Esto porque en estratos bajos generalmente se vive en comunidad, las casas cuentan con menos resguardos de privacidad y los jóvenes carecen de espacios para la recreación.- Este es el escenario en el que ha aparecido el nuevo delincuente urbano, que por diversos factores, tal como explica Hugo Frühling, director del Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana (CESC) de la Universidad de Chile, es un tipo que vive «sin Dios ni ley». Mario de los Ríos, – Criminólogo chileno- traza sus características identificatorias: «Ya no es el voladito de los ’70, sino que usa cocaína o pasta base, básicas para explicar el aumento de la violencia. Con ella eliminan barreras y los robos terminan con lesiones, homicidios o violaciones». Doris Cooper, socióloga y criminóloga de la U. de Chile, aporta diciendo que el hampa chileno tradicional cinco años atrás por rígidos códigos de conducta, entre los que destacaba no hacer daño innecesario, trabajar «lúcido» (sin alcohol ni drogas), no robar a los pobres y no ser «sapo» (delator). Si se apegaba a estas «normas» de conducta, un ladrón se hacía merecedor al apelativo de «profesional»: tipos con experiencia y con prestigio en cárceles y poblaciones. En cambio, el nuevo delincuente no respeta estos códigos y aunque aspire a la condición de «profesional», sólo un cuarto de los jóvenes involucrados en delitos responde a ese perfil. El 75 % restante valora las normas, pero no las practica. Y aunque a la mayoría le gustaría considerarse un ladrón «profesional», aseguran que la droga o el alcohol les «agranda el corazón» y los llena de sangre fría.- Completa el cuadro el informe, de la revista chilena Que pasa? Del 10/10/2003, dando a conocer una cifra escalofriante: 600.000 armas ilegales se compran y venden continuamente en el mercado negro chileno.-
El Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires León Arslanián daba a conocer estadísticas locales que indicaban los mismos componentes, en cuanto a la ecuación drogas – delitos.- “ El 80 por ciento de quienes comete delitos violentos lo hacen bajo efectos de estupefacientes” ( Diario Clarín de Bs. As., Edición del 19/5/04, p. 40).-Demás está decir que estas definiciones transcriptas mas arriba, son en un todo aplicable al fenómeno que preocupa hasta el desvelo tanto a la dirigencia política como a la comunidad por estos días en nuestro país.-
los interrogantes. todas las fuerzas para combatir el trafico de drogas.-
¿Ha tomado debida nota la dirigencia política de este nuevo fenómeno delincuencial y de la gravedad que implica? ¿Son eficaces las actuales estructuras nacionales y provinciales para combatir el tráfico de drogas?
¿No ha llegado la hora de unificar recursos para combatir el narcotráfico, en una sola fuerza interna?
La Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico define una tarea preventiva eficaz a la que se basa en la idea de que el factor más importante en el abuso de drogas es el aislamiento social y que no se trata de ser detectives del consumo, sino de promover acciones de solidaridad social, interacción juvenil y capacitación profesional. La mejor forma de prevenir el abuso de drogas es no ocuparse de la droga en sí, sino de todo lo demás: el hueco social en que la droga se instala señalando con su presencia otras carencias…
…Este corrimiento desde la droga hacia lo que subyace al consumo en la persona y su grupo social es el punto de partida de la prevención social. Es el movimiento conceptual más importante que se debe efectuar, si se quiere instalar la mirada no en el síntoma sino en el organismo social dañado”. Grimson W.R., “Sociedad de adictos” ed. Planeta, 1999, pág.35.
Yo entiendo que se deben extremar los recaudos para impedir el tráfico y el consumo de drogas, independientemente de realizar una tarea preventiva integral.-
El 14 de abril de 2004 a Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC) destacó la necesidad de tomar medidas preventivas y terapéuticas para evitar que el abuso de los narcóticos se convierta en una carga de salud, social y financiera.
“Cada dólar invertido en tratamiento y prevención de abuso de drogas ahorra de siete a diez dólares de gastos en materia de salud y delincuencia relacionados con este problema” afirmó Antonio María Costa, director ejecutivo de la UNODC.
Durante su participación en la reunión anual de la Federación Mundial de Comunidades Terapéuticas –que se celebró en Palma de Mallorca, España-, dijo que
“El tratamiento y la rehabilitación reducen el uso de las drogas, y mejoran la salud y el funcionamiento social de la gente, con lo que también disminuyen el riesgo de enfermedades infecciosas y la delincuencia”. Recordó que hubo avances
en la lucha contra el tráfico global de drogas. Remarcó la reducción en el cultivo de opio en Asia y de coca en la región andina.
Alertó también sobre nuevas amenazas como la epidemia de VIH-SIDA, que continúan extendiéndose como consecuencia del abuso de las drogas, sobre todo en Europa del Este y Asia, además de que se han incrementado la producción y el tráfico de drogas sintéticas. Dejó otro dato patético: Mientras continúe la demanda
(actualmente rebasa 450 toneladas de heroína y casi el doble de cocaína al año-, estas sustancias seguirán produciéndose “ya sea en Afganistán, en Colombia, o en cualquier otra parte”.
En este sentido, añadió que la lucha contra las drogas necesita el mismo tipo de consenso alcanzado para combatir el tabaquismo, en el que participa el grueso de la sociedad.
Me alarman, también, las estadísticas de nuestros tribunales federales provinciales. No hace tantos días, se publicó que se exhibe un crecimiento cercano a 30 por ciento en delitos contra la Ley 23.737, relacionados al comercio y tráfico ilícito de estupefacientes. El procurador fiscal Roberto López Arango en declaraciones periodísticas expresó que antes lo que veíamos en abundancia eran causas por tenencia para consumo o de transporte, pero casi siempre de pequeñas cantidades de droga. Ahora, en cambio observamos un progresivo incremento en el volumen de los cargamentos”. Declaraciones por demás ilustrativas del nuevo panorama.-
Me pregunto si no es hora de dar apoyo político – tal como lo hicieron el Gobernador Solá y el Ministro de Justicia bonaerense Eduardo Di Rocco al Proyecto elaborado por la Senadora Mabel Muller, (S – 1222/03) por el que se pretende modificar el art. 34 de la ley 23.737, por la que los delitos que tengan relación con la distribución y venta de estupefacientes y que sean perpetrados dentro de la jurisdicción provincial o de la Ciudad de Bs. As serán de competencia de la justicia penal ordinaria de las distintas jurisdicciones, si no fueran de competencia originaria de la Justicia Federal.- Entre sus fundamentos dice su autora que al ser los Juzgados Federales sustancialmente minoritarios respecto de los juzgados penales y correccionales, hace que se torne de cumplimiento imposible la verdadera persecución del delito de venta “minorista” de droga, ya que en su mayoría las tareas de inteligencia están dirigidas a operativos de gran envergadura relativos a detectar bandas organizadas de narcotraficantes “ Se perseguirá mas eficazmente el llamado “Kiosco” de venta de drogas.-
Conclusión:
Intento mediante este aporte que no quede fuera de la mesa de debate de inseguridad una cuestión que le es estructuralmente inherente, cual es la venta, distribución y consumo de drogas, para que tanto la dirigencia como el pueblo, luego de tomar conciencia de la gravedad de la situación, maduramente elaboremos en conjunto propuestas eficaces y viabilicemos las que ya fueron dadas, y que se encuentran a la espera de tratamiento por las autoridades competentes.-