En consecuencia, los trabajadores despedidos no tienen ninguna garantía de continuidad, ya que el concurso preventivo sirve como una estrategia para que no se produzcan los remates de las granjas, pero la medida no garantiza la continuidad laboral o el pago a término de salarios.
A esto se le suma, que la empresa Las Camelias, que estaba trabajando a fasón en el frigorífico, dispuso suspender, momentáneamente, tal actividad, a raíz de la caída de las negociaciones con Arabia Saudita, donde iba a exportar 2 mil cajones de pollo trozado.
El temor radica en que el concurso preventivo supone “un estado de insolvencia” de parte de la empresa. No sólo tendrán dificultades los trabajadores que tienen sentencia de pago de los juicios laborales, sino también los que contrate con Faba en un futuro.
