El «arrepentido», cuyo nombre no trascendió, acercó la información hace un par de semanas a determinados policías y se le encomendó a Geuna que lleve adelante la investigación, supervisado por Toloy. Incluso, reconoció que en cercanías del lugar también fue enterrada una mujer -lo que sorprendió, porque se desconocía el reclamo del paradero de otra persona, por lo menos en el último año- y aportó datos precisos sobre cómo estaba vestida al momento de tan macabro hecho. Ya estarían identificadas dos personas de Paraná, supuestamente involucradas en los crímenes, que serían detenidas en las próximas horas, según se anticipó a ANALISIS DIGITAL.
Cerca de 50 efectivos de la Policía de Entre Ríos llegaron ayer, en las primeras horas de la mañana de ayer, para participar de tareas de rastrillaje, en la búsqueda de un cuerpo supuestamente sepultado en el acceso a la localidad de Santa Elena. El operativo lo encabezó el propio jefe de la fuerza provincial, Ernesto Geuna, en el marco de la causa por la desaparición del contador Amado Abib.
El operativo se desarrolló en la estancia «La Vigilancia», propiedad del empresario paranaense Sergio Lifschitz, quien incluso se apersonó en el lugar en las primeras horas de la tarde, ante la confusa situación. Si bien al promediar la mañana se indicó que se habían hallado dos cuerpos en el lugar, el propio Geuna aclaró ayer a la tarde a ANALISIS DIGITAL que «aún no se encontró ningún cadáver» y que se esperaba la llegada desde Paraná de un testigo clave. El operativo fue supervisado por los jueces de Instrucción de Paraná, Héctor Toloy y Ricardo González -quien arrancó con la causa Abib-, pero no se le dio participación ni a la Jefatura Departamental La Paz ni al Juzgado de Instrucción de dicha localidad. No obstante, poco después de las 18.30, tanto el juez Carlos Trajtemberg como el fiscal Enrique Martínez, de La Paz, se apersonaron en el lugar, para supervisar los hechos, ante la trascendencia pública, pero luego se retiraron.
Con luz artificial, apoyada en generadores eléctricos instalados en el lugar, poco después de las 21.45 se pensó que se iban a reanudar las tareas, tras la llegada del testigo clave del caso, quien habría participado de las macabras sepulturas en su momento. Testigos presenciales indicaron a este medio que el supuesto testigo llegó con custodia policial en un Renault Megane, color bordó, patente CUZ-299, desde donde descendió un hombre robusto, calvo, de poco más de 50 años, quien dialogó con las autoridades judiciales y los jefes policiales, recorrió la zona, dando algunas indicaciones, pero no avanzó mucho, porque a los pocos minutos se decidió continuar este miércoles con las tareas de rastrillaje.
Fuentes policiales indicaron que el testigo indicará dónde está el cuerpo que podría pertenecer a Abib, como así también el de una mujer, también enterrada en las proximidades, aunque sería otro campo y no el de Lifschitz.
La estancia «La Vigilancia» está ubicada a unos cinco kilómetros al norte del acceso a la ciudad de Santa Elena, y es de propiedad del empresario Sergio Lifschitz, quien la adquirió hace más de cuatro años aproximadamente. Las tareas de rastrillaje estuvieron encabezadas inicialmente por el propio juez Toloy (luego se sumó González), personal de la División Criminalística de Paraná y bomberos zapadores. De acuerdo a lo observado por este medio, en el lugar hay no menos de 50 efectivos, entre uniformados de las citadas secciones, como así también del Comando de Operaciones Especiales (COE), quienes llegaron en más de 10 vehículos, entre ellas varias traffic.
El exhorto de Toloy llegó la semana pasa al juez de Instrucción paceño, Carlos Trajtemberg y se le dio curso de inmediato. El planteo de Toloy se enmarca en la causa por la desaparición del contador Amado Abib, iniciada por el juez Ricardo González, quien también llegó hasta el lugar. Si bien se indicaba que se buscaba «un cuerpo NN», fuentes policiales indicaron luego que podrían ser dos los cadáveres enmarcados en la investigación.
Poco después de las 17.30, Geuna le indicó al corresponsal de ANALISIS DIGITAL en La Paz que aun no se había encontrado «ningún cuerpo» en el lugar, pero se estaba a la espera de la llegada de un testigo clave procedente de Paraná. «Yo nunca dije que se habían encontrado dos cuerpos, sino que estábamos buscando dos cadáveres en esta zona, de acuerdo a la investigación que venimos realizando», afirmó Geuna a este medio.
Poco después de las 18.30, tanto el juez Carlos Trajtemberg como el fiscal Enrique Martínez, de La Paz, se apersonaron en el lugar, para supervisar los hechos, ante la trascendencia pública. Trajtemberg y Martínez se reunieron de inmediato con el jefe Geuna para tomar conocimiento de lo que se estaba haciendo e incluso les indicó que se iba a seguir trabajando a la noche o a la madrugada, pese a la oscuridad, puesto que se optó por iluminar toda la zona con un generador eléctrico. No obstante, poco después se cambió el plan de búsqueda.
En el lugar estuvo durante varias horas el empresario Lifschitz, quien hizo severas advertencias a los jefes policiales y funcionarios judiciales apenas llegó en su camioneta 4 x 4, pero no se hizo lugar a su petición de que se retiraran del lugar. Lifschitz tiene campos tanto en cercanías a Santa Elena como en La Paz. El empresario paranaense, dueño de la firma Esco y de varios emprendimientos inmobiliarios en los últimos tiempos en esta capital, es considerado «un hombre del poder» y siempre tuvo estrechas relaciones con el gobernador Jorge Busti (en más de una oportunidad se supo que era uno de sus aportantes en tiempos de campañas proselitistas, en apoyo a sus proyectos), referentes de la oposición (como el diputado provincial del Nuevo Espacio, Juan Domingo Zacarías, quien fuera gerente de una de sus firmas) como así también con encumbradas autoridades del Poder Judicial.
La búsqueda de Amado ABib -producida a principios del año pasado, en plena gestión de Sergio Montiel-, fue una obsesión para el gobierno de Jorge Busti e incluso lo tuvo entre los ejes de su campaña proselitista. El 10 de febrero de este año, el ministro de Gobierno, Justicia y Eduación, Sergio Urribarri, recibió en su despacho a los familiares del empresario -quien tenía 85 años-, quien había desaparecido en la zona de la localidad de Hernandarias. Fue en ese encuentro que el funcionario les aseguró que el gobierno no iba a dejar «de trabajar en el caso hasta dar con el paradero».