Para el padre, el poder político “no se preocupa, es todo maquillaje, quieren salir en la foto”

Después de un mes y medio de ocurrido el hecho, Osvaldo Carboni, el padre de Nicolás, el joven que fuera asesinado a quemarropa en el barrio el Molino de Gualeguay, volvió a pedir más testimonios para lograr el esclarecimiento definitivo del hecho. “La única forma de avanzar es perdiendo el miedo y el temor que tenemos”.
“Jamás hemos presionado a nadie para que vaya a testificar pero insto a la gente a que colabore. Más allá de que puedan colaborar para que se haga justicia con lo que le pasó a mi hijo, están colaborando con ellos mismos. La única forma de avanzar es perdiendo el miedo y el temor que tenemos. Los llamo públicamente a este par de testimonios que aún no se han acercado a tribunales. No quiero abundar ni dar nombres porque ése ha sido mi compromiso pero podrían ser dos declaraciones importantes. Nosotros como querellantes los podríamos obligar a declarar pero no queremos eso. Queremos que lo hagan voluntariamente, que vayan y cuenten lo que vieron”, remarcó Osvaldo Carboni en diálogo con Gualeguay al Día.
“Como nos juntamos 20.000 personas para pedir por seguridad y justicia, sigo pidiendo compromiso. Si no, no tenemos alternativa, no tenemos salida. Los hechos siguen ocurriendo a diario, se suceden cotidianamente e incluso hay muchos que no se denuncian. Ninguna muerte es útil pero que la de Nicolás sirva para que tomemos conciencia de la inseguridad en la que estamos inmersos. La única manera es que nos juntemos los que estamos del lado bueno, para que podamos volver a salir a la calle”, expresó.
Carboni aseguró que “garantías para los que vayan a declarar hay porque los principales imputados están detenidos. Además ha habido muchos testigos y ninguno ha tenido inconvenientes. Seguramente de acuerdo a cómo va el expediente habrá condena, que espero sea la máxima. Justamente, cuanto más se acerquen a declarar más lejos estaremos de la condena mínima y que puedan volver a la calle”.
El padre de Nicolás llamó a “parar esta ola de delitos para que no ocurran nunca más. Sé que está la justicia divina pero como ciudadanos que integramos un estado de derecho, queremos seguir creyendo en la justicia del hombre”.
En cuanto a su relación con los dirigentes políticos, Carboni aseguró que “no he visto ningún tipo de reacción. La única fue la de las 20.000 personas. En ese momento el poder político dijo que había sido un accidente y que iban a hacer un proyecto para meterlo preso, pero después nada. De parte del poder político no he visto actitud de compromiso y preocupación. Conmigo no se brindaron ni me han dado algún mensaje de que van a colaborar. No hay preocupación porque ni siquiera los hemos escuchado hablar de nuevas medidas para que esto no ocurra más. Da la impresión que todo es maquillaje, que el objetivo es salir en la foto y nada más. Todos sabemos que esto no se cambiará de un día para el otro, que habrá un proceso largo. Pero no nos podemos quedar con lo que pasó, sin reacción. No nos podemos quedar sólo en el discurso mientras los hechos siguen ocurriendo”, remarcó.
Con respecto al juicio y a la posibilidad que se realice antes de fin de año Carboni expresó que “si todo marcha como hasta ahora será así. ¿Si acorta el sufrimiento? No, el sufrimiento va a estar toda la vida. Es una carga que vamos a llevar siempre y no podremos olvidar nunca. Nicolás va a estar con nosotros todos los días en casa, pero insisto que hay que cambiar leyes. El reincidente no puede estar en la calle. Si voy preso y la sociedad o la justicia me dan una oportunidad más para que me integre y vuelvo a cometer un delito no debo tener más oportunidades de salir a la calle. No somos terminantes. La ley habla de perpetua pero en la práctica no existe. En el fondo soy pesimista ante las muestras de los sucesivos gobiernos. Pero me resisto y quiero seguir creyendo. Arriba está Dios y nos dá fuerzas”.
Dermotest
La prueba del dermotest al principal imputado, Luis Ramón Giménez, dio negativa. No obstante, fuentes tribunalicias le restaron importancia al tema, señalaron que en la mayor parte de los casos la prueba suele dar negativa y que, si bien se incluye en el expediente, no es una cuestión determinante. “Entre determinado tipo de delincuentes es muy común que antes de ser detenidos se orinen las manos. El amoníaco de la orina elimina los restos de pólvora”, explicó. En el caso de Luis Ramón Giménez, la detención se produjo casi 48 horas después del asesinato de Nicolás.

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