Querían que fuera un día histórico y simbólico. Por eso eligieron la plaza que une las ciudades de Santa Ana do Livramento (Brasil) y Rivera (República Oriental del Uruguay). Una curiosa ciudad compartida por dos países, donde una plaza –»la Plaza Internacional»– divide sus territorios. No hay aduana, no hay puesto fronterizo (aunque sí las hay a la salida de las respectivas ciudades). Hay una línea imaginaria entre la fuente, las luminarias del centro de la Plaza, un monumento… Si uno da un saltito, está en Brasil. Si vuelve con otro, está en el Uruguay. Eso fue lo que hizo sobre el escenario de este multitudinario acto, Rafael Freire, el brasileño a cargo de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur (CCSCS), principal orador del acto del 1° de Mayo; para enfatizar la futilidad de las fronteras.
Los habitantes de Santa Ana – Rivera enfatizan que es el «único caso en el mundo». Milton, un morocho gigante que habla perfectamente el castellano y es uno de los encargados de la seguridad, cuenta a este cronista que su esposa e hijos son uruguayos. «Yo vivo en Rivera. Pero a veces me da nostalgia y me cruzo al otro lado de la Plaza», y se ríe divertido con su propia ocurrencia.
UN MERCOSUR DIFERENTE
La Coordinadora de Centrales Sindicales nuclea a organizaciones que –increíblemente– en su propio país no pueden intercambiar siquiera un saludo. Pero que parecen entender la necesidad de articular políticas conjuntas para que la integración regional, el Mercosur tan cacareado y degradado en los 90, tenga un rumbo diferente al de, apenas, un negocio más para las empresas multinacionales. Y a la vez, para decir un fuerte «No al ALCA».
La CTA de De Gennaro y la CGT de Daer conviven aquí, como también lo hacen la CUT, la CGT y Força Sindical, que se disputan la adhesión de los trabajadores brasileños. También estan la COB de Bolivia, las respectivas CUT de Chile y Paraguay, y el PIT-CNT del Uruguay.
La CCSCS eligió esta Plaza, frontera entre Rivera y Santa Ana do Livramento, para organizar este primer acto público por el Dia Internacional del Trabajador, precisamente para darle un carácter simbólico y enfatizar su posición de «integración de los pueblos, un Mercosur de la gente, y no de los mercaderes». El lema fue «integración con soberanía, empleo y derechos sociales – No al ALCA». Los carteles, afiches, credenciales e incluso los oradores, terminaron todos hablando un portuñol que los miles de manifestantes –más de 15 mil según los organizadores– parecían comprender a la perfección.
Otra razón importante por la que se eleigió este lugar es el reciente convenio al que abordaron Brasil y la ROU para que los trabajadores de ambas márgenes no tengan más trabas burocráticas para obtener empleo en cualquiera de los dos países. La implementación de este convenio binacional es vista por las centrales obreras como «un paso concreto para una integración de otro tipo».
EL ÚNICO CAMINO POSIBLE
Rafael Freire, un cuadro de la CUT brasileña, es el presidente de la CCSCS y en su discurso enfatizó la necesidad de entender que «no hay salida para nuestros pueblos sin integración» y cuestionó que todavía en nuestras fronteras «los capitales circulen libremente, las mercancías circulen libremente, pero la gente, los trabajadores, no pueden hacerlo».
Con fuertes críticas al neoliberalismo y al ALCA, el titular de la CCSCS también se refirió, en diálogo con este cronista, a lo difícil que resulta coordinar las diferentes visiones de las centrales obreras, pero insistió en que «es el único camino posible».
El panorama regional no estuvo ausente: fueron varios los oradores que se refirieron a la coyuntura de «gobiernos progresistas» que brinda un contexto favorable a los procesos de integración regional. En el escenario se sucedieron oradores en representación de cada una de las centrales que integran la CCSCS. Aunque no estuvieron las caras más conocidas de las centrales argentinas sí lo hicieron miembros de las directivas brasileñas y uruguaya, entre ellos el propio Freire y el dirigente de PIT-CNT, Eduardo «Lalo» Fernández.
A nadie se le escapa la ausencia total de los grandes medios de comunicación: ni un solo canal de TV, ni uno de los diarios «importantes» de los países de la región, vino a cubrir el acto. «Puede haber falencias en la comunicación que se haya hecho, pero está claro que esta no es una noticia que les convenga», dice Roberto, un veterano dirigente gremial uruguayo.
ENTRE RÍOS PRESENTE
Varias fueron las delegaciones entrerrianas que se hicieron presentes en el acto. Unos cuantos ómnibus desembarcaron con militantes tanto de la CGT como de la CTA, las dos centrales argentinas que integran la CCSCS. Empleados de Comercio de Paraná, Concepción del Uruguay y Concordia; docentes y estatales de Gualeguaychú y Concepción del Uruguay, participaron del imponente acto realizado en la Plaza Internacional que une las ciudades uruguaya de Rivera y brasileña de Santa Ana do Livramento. El mercantil Jorge Raúl Vanerio –un uruguayense que es miembro de la conducción nacional de Empleados de Comercio– encabezaba una de las delegaciones y en esa calidad participó además –por la mañana– del acto del 1° de Mayo en Paysandú, donde fue uno de los oradores.