Tal como lo explica un artículo publicado en El Diario de Paraná, por los años 2000 y 2001, la Nación adeuda a Entre Ríos 46,575 millones cuyo pago de acordó en un convenio según el cual debía saldarse en seis cuotas anuales de 7, 7625 millones cada una.
La primera de ellas se saldó en 2003; la segunda, debiera liquidarse en 2004, pero actualmente no tiene crédito presupuestario previsto. Es decir, para cumplir con aquel acuerdo la Nación debería efectuar una modificación presupuestaria, un trámite simple que realiza la Subsecretaría de Presupuesto.
SIN COBRAR
Por los excedentes del año 2002, la deuda es de 47,987820 millones de pesos. Legalmente, debió haberse pagado antes del 31 de diciembre de 2003 pero un decreto de necesidad y urgencia transfirió el compromiso al ejercicio 2004. En el acta acuerdo que rubricó el propio Busti, el 17 de diciembre de 2003, se convino que el tema sería tratado con el gobierno nacional pero que sería abonado en su totalidad durante el 2004.
El trámite que el doctor Busti le propondrá al doctor Kirchner es el siguiente: que los 400 millones de pesos que, por los decretos 365 y 512 de 2004, se le otorgó en préstamo a la Secretaría de Energía se destinen a saldar la deuda por excedentes. En rigor, también están para cobrarse los excedentes de 2003 no transferidos.
Es un hecho que, debido a la crisis energética, casi no se percibirá excedentes durante el 2004. Si vale el ejemplo, durante el primer trimestre Cammesa calculó en 650.000 pesos el monto que le corresponde a Entre Ríos, cuando el promedio de los últimos años asciende a 15 millones. Esa es la preocupación de la Casa Gris: a este ritmo, con viento a favor, durante el 2004 ingresarían por este concepto 2,6 millones sobre un presupuesto aproximado a los 70 millones. Esa es la medida de la crisis energética, producto del escaso caudal del Uruguay.
Pero no es lo único. Desde la resolución 406 de la Secretaría de Energía, la Cafesg prácticamente no percibe aumento alguno: de unos 30 millones, sólo arribaron por el segundo semestre de 2003 unos 6,1235 millones. La ecuación es simple: a este paso, la Cafesg deberá frenar el ritmo de las obras que financia, con el consecuente impacto en el nivel de empleo y la postergación de demandas comunitarias como la construcción de viviendas e infraestructura social, la desactivación de programas de apoyo a las Pymes.
