Un artículo del diario El Día, detalla hoy que el Juzgado de Instrucción Nº 2, a cargo de María Angélica Pivas, dictó el viernes el procesamiento y la prisión preventiva de los detenidos en la causa, subrayando que, de ser condenados, podrían caberle penas de 10 a 25 años de cárcel, aunque la defensa adelantó que habrá apelación.
La crónica detalla que 7 de los procesados fueron detenidos en el allanamiento del 24 de febrero. El octavo, Julián Mujica, prófugo al principio, fue capturado a los pocos días. Y el cabecilla del grupo, Juan Marcelo Schiaffino, continúa siendo buscado intensamente por la Policía.
El hecho y los detalles de la causa se conocieron a fines de febrero, cuando un artículo del mencionado medio informaba que siete personas mayores (3 mujeres y 4 hombres) habían sido detenidos sin posibilidad de excarcelación y dos más estaban prófugos por el delito de corrupción de menores.
La historia en sí se remonta comienza a fines de 2003, cuando los detenidos hostigaron a una adolescente de 15 años para que se prostituya en calle San Martín. “La sometieron a las técnicas que se estilan para doblegar la voluntad (reveló una fuente) la secuestraron, la tuvieron más de dos semanas encerrada en un cuartucho ciego, con sólo una puerta que se abría de afuera, la violaron reiteradamente, la golpearon y la drogaron, de modo tal que la chica se derrumbara por completo y luego, salir a prostituirse a la San Martín resultara casi una liberación, un premio. Le quitaron todo su valor, la hicieron sentir una basura, que ya no era nada”.
Le aplicaron “las prácticas más aberrantes y atroces castigos”, tanto, que debió ser hospitalizada luego (constan los registros en la historia clínica).
A partir de allí, la chica efectivamente salió a venderse en la San Martín.
La mamá de la adolescente, con 16 hijos a cargo, decidió denunciar lo que estaba sucediendo. Además, los mismos corruptores le intentaron secuestrar le día 16 de febrero a otras dos hijas, de 13 y 16 años, también para prostituirlas, pero las chicas pudieron volver al hogar.
La madre concurrió a la Justicia con la joven de 15, que contó lo suficiente como para que se iniciara una investigación. Toda la familia ahora tiene custodia para resguardar su seguridad.
La muchacha, por daños físicos y psíquicos, es atendida ahora médica y psicológicamente.
El día martes 24 de febrero, la policía local con orden judicial realizó un allanamiento en el domicilio que la chica señalaba como el de su cautiverio, en Misiones 275. Personal de Planimetría, Rastros, Criminalística y Fotografía obtuvo resultados positivos (léase: se encontró la habitación ciega y un colchón con sangre seca que se analiza en estos momentos para verificar si pertenece a la joven prostituida). También se allanó el domicilio de los Lavín, en San Martín 340, casi Caseros.
Siete personas fueron detenidas: Jesús Schiaffino, Sergio Schiaffino, Mario Herrera y Hugo Cano, y María Schiaffino, Flavia Lavín y María Elena Capurro de Schiaffino, algunos de ellos con antecedentes penales. Ese mismo martes se tomaron las indagatorias.
Los procesamientos
María Elena Capurro de Schiaffino, María Yolanda Schiaffino y Flavia Lavín se encuentran detenidas en la Comisaría del Menor y la Mujer. Los varones, en la Jefatura.
La calificación legal para los detenidos Capurro y Schiaffino (excepto Juan Marcelo) es participación primaria del delito de privación ilegítima de la libertad doblemente agravada que concurre idealmente con participación primaria en la facilitación a la prostitución de menores, doblemente calificada por la edad de la menor y la violencia ejercida sobre al misma.
En tanto, para Flavia Leonor Lavín (para algunos, la cabecilla femenina de la banda, supeditada a Juan Marcelo Schiaffino) la calificación es participación primaria del delito de promoción a la prostitución de menores, doblemente calificada como en el procesamiento de los anteriores.
Para Mujica, Herrera y Cano, la calificación es participación primaria del delito de facilitación a la prostitución de menores, doblemente calificada, etc.
(Nótese la diferencia entre “promover” la prostitución y “facilitarla”. En cuanto a la “privación ilegítima de la libertad”, se trataría para el Juzgado de un delito complejo, ya que no se trataría sólo de privación sino que se le agrega el móvil: doblegar la voluntad de la joven para obligarla a prostituirse).
En cuanto a Juan Marcelo Schiaffino, es buscado por privación ilegítima de la libertad, por promover la prostitución a menores de edad, por abuso sexual agravado, amenazas y lesiones calificadas.
Ninguno de los delitos que se les imputan es excarcelable: privación ilegítima de la libertad y corrupción de menores. Según el Código Penal, ley nacional Nº 25.742 (reforma del 19 de junio de 2003), Art. 142 bis, la justicia argentina determina penas gravísimas cuando se sustrae, retiene u oculta a una persona con el fin de hacer, no hacer o tolerar algo contra su voluntad. Si el autor lograre su propósito, el mínimo de 5 años de pena sube a 8, y podría llegar a 10 y hasta 25 años de prisión o reclusión si la víctima fuere, entre otros supuestos, un menor de 18 años de edad.
La causa está en manos de la jueza de Instrucción Nº 2 María Angélica Pivas. Actúan también el ministerio pupilar (defensor de pobres) Estela Carlés, quien debe defender a uno de los detenidos; la fiscal Lilian Munizaga, que debe actuar como defensora del resto, por la ley orgánica provincial 9544 que determina que si los defensores no pueden actuar, deben defender al reo los fiscales, luego los jueces de Paz; el fiscal Guillermo Biré y el ministerio pupilar (defensor de menores) Edgardo Lema.
La violencia
La joven de 15 años fue encerrada en un cuarto ciego, como ya mencionamos; golpeada, violada, drogada. Según dijo, sangre suya había quedado en las paredes del lugar luego de ser azotada. La policía tomó rastros en el allanamiento hecho en Misiones 275, con resultado positivo (es decir, concordaría con la sangre de la chica).
En una ocasión, terminó tan malherida que debió ser hospitalizada. La pregunta de algunos es: ¿denunció el Hospital Centenario haber recibido a una adolescente golpeada y ensangrentada? Al parecer, la chica habría dicho entonces que la había castigado un policía en un boliche, inducida por sus captores. De todos modos, no hubo investigación posterior, aunque se habría constatado que no había policías la noche del hecho en el boliche que ella acusaba.
La historia clínica obra a estas horas en poder de la Justicia.